México se encuentra en una situación económica que nunca había experimentado, que no se compara con las anteriores crisis por las que atravesó el país, en los 70 90 y 2008, “sobre todo, que nadie ha experimentado”.
En estos momentos, nadie tiene un modelo econométrico para medir los efectos posibles y alcances de esta pandemia del coronavirus Covid-19 en la economía, pero lo que, si tenemos, son ciertas herramientas en función de las cuales podemos avanzar para ir presentando posibles soluciones, apuntó Anselmo Chávez Capó.
Advirtió, considerando que el 92 por ciento de las empresas en México son pequeñas y medianas, es urgente establecer estímulos fiscales para que sigan produciendo y el colapso económico sea menos grave de lo que se avizora, y aquí el gobierno tiene que establecer los mecanismos de apoyo.
Afirmó que serán los empresarios los que van a encargarse de generar y crear las condiciones para la vida productiva del país y que los trabajadores cubran sus necesidades económicas con trabajo.
“Todos vamos en el mismo barco y es tiempo de que el gobierno federal haga a un lado esa división de conservadores y fifís y apoyar directamente al sector salud y a los empresarios para que el país camine”, asentó Chávez Capó, académico de la Licenciatura en Administración Financiera y Bursátil de la UPAEP.
Chávez Capó sentenció que el gobierno de México debe dar señales de certidumbre a los empresarios mexicanos e invitar a los inversionistas extranjeros para que establezcan sus empresas en el país.
Desde enero se han movido las variantes económicas en el mundo y tres meses después, estamos sumidos en una recesión económica muy distinta a las que se han presentado anteriormente, asumió el investigador.
“Nadie en el mundo ha vivido una recesión económica como la que estamos pasado ahorita, todo comenzó en China, redujo las cadenas de valor de suministro, y debemos recordar que esta nación asiática era considerada el motor de la economía en el mundo, además de la caída de los precios del petróleo que afecto de manera directa a los países que reciben divisas como una fuente para trabajar”, manifestó Anselmo Chávez.
Pero lo que realmente vino a romper todos los modelos económicos de las naciones fue el distanciamiento social que debe existir entre las personas para no contagiarse del coronavirus Covid-19 que tiene una velocidad de contagio mucho más rápida en comparación con otros virus, por lo que la gente tiene que guardarse en sus casas y esto está afectado a toda la actividad productiva de los países al dejar de consumir.
Y entre los primeros afectados está la industria del sector turístico en las siguientes semanas de vacaciones, que se impactará en el primer trimestre en un menos 3 por ciento, y de hasta un 5.5 por ciento para el segundo trimestre del año, para algunas calificadoras como JP Morgan, consideran que será de hasta un 7 por ciento.
Al detenerse la actividad productiva por el distanciamiento social que ha establecido la sociedad y el gobierno, será más fuerte el impacto económico si se alarga el periodo de cuarentena, por lo que es importante conocer hasta dónde llegará el número de contagios y muertos, para poder medir los daños en el ámbito económico, mencionó el académico.
Afirmó que en el caso de México, se necesita de crecimiento e inversión, pero en estos momentos podemos hablar de dos visiones, “la realidad que estamos viviendo en donde mucha gente no tiene ingresos, no está realizando su actividad productiva y la visión del gobierno, la cual nos está diciendo qué vamos a hacer por el momento, no está dando señales de certidumbre a los empresarios y sectores productivos del país”.
El gobierno en estos momentos tiene que plantearse cómo va a reactivar la economía del país, cómo podrá ayudar a los sectores que siguen trabajando y, sobre todo, cómo le va a hacer para salvaguardar la salud de los mexicanos y de cómo va a destinar una de serie de recursos para desarrollar proyectos que detonen la actividad económica del país en el corto y mediano plazo, expresó Chávez Capó.