El súper tifón Mangkhut llegó en las primeras horas del sábado (hora local) al extremo norte de Filipinas.
Las autoridades filipinas advirtieron a cerca de 5.2 millones de personas en el trayecto de un poderoso tifón que se quedaran en sus casas, mientras el país se prepara para fuertes lluvias y daños a infraestructura y cultivos.
El súper tifón pasa con vientos de 205 kilómetros por hora y ráfagas de hasta 255 kilómetros por hora, que ha mantenido desde que afectó a Micronesia previamente en la semana, y que equivaldría a un huracán de categoría 5.
Más de 9 mil personas han sido trasladadas a albergues temporales mientras «Mangkhut», conocido localmente como Ompong, avanza hacia las provincias productoras de arroz y cereales de Cagayan e Isabela.
Pronósticos climáticos advirtieron de marejadas de tormenta destructivas de hasta seis metros en aldeas costeras en el trayecto del tifón.
Se estaban preparando segundos y terceros contingentes de equipos de rescate en caso de que los primeros enfrenten dificultades y funcionarios de agencias para casos de desastres dijeron que decenas de miles de personas más podrían tener que ser evacuadas.
«Mi llamado es que necesitamos prestar atención al consejo de las autoridades. Manténganse puertas adentro», comentó el asesor presidencial Francis Tolentino, coordinador gubernamental principal para respuestas ante desastres.
La capital, Manila, y más de tres decenas de provincias en el norte y centro del país han sido puestas bajo alerta de tormenta. Se suspendieron las clases y las oficinas gubernamentales cerraron temprano en más de 600 lugares, mientras que personal militar, médico y equipos de respuesta ante emergencias estaban preparados para actuar.
Las autoridades están tomando precauciones adicionales debido a que tienen el antecedente del tifón «Haiyan», que arrasó con áreas centrales del archipiélago en 2013 y dejó 6 mil 300 muertos.