Muchos padres y madres de familia cambiaron los tiempos de traslado de escolares a las instituciones, por conseguir más fuentes laborales y así subsanar carencias que dejo la emergencia sanitaria
Tras la emergencia sanitaria del Covid-19, muchos padres y madres de familia perdieron la costumbre de trasladar a sus hijos a las escuelas, acción que implica no solo una rutina sino destinar minutos específicos para dejar a las y los estudiantes en las aulas.
Aurora González Tejeda, presidenta de la Federación Nacional de Asociaciones de Padres de Familia A. C. (FENAPAF), expresó que frente a la dinámica que viven muchos estados de la república, sobre todo aquellos altamente urbanizados; el traslado de los escolares implica una importante cantidad de tiempo que tienen que emplear los jefes y jefas de familia; tiempo que ahora se utiliza para actividades laborales.
González Tejeda informó que diversos miembros de la FENAPAF, han manifestado que ahora resulta más difícil para muchos padres de familia, llevar a sus hijos a las escuelas, toda vez que los tiempos que antes utilizaban para traslados, ahora son usados para cubrir horas laborales en negocios, empresas, oficinas o emprendiendo trabajos de comercialización y venta y artículos o servicios.
Un caso es el de Luisa Hernández, quien detalló que antes de la emergencia sanitaria tenía un restaurante, pero tras la situación por la pandemia, se vio obligada a cerrar las instalaciones de su negocio.
Ahora, esta madre de familia se dedica a vender desayunos escolares, mismos que los debe entregar antes de que el estudiantado ingrese a las aulas, y precisamente ese momento, (antes de la pandemia), lo utilizaba para llevar a sus hijos a la escuela, y ahora le resulta imposible.
La presidenta de la FENAPAF declaró que es una realidad que en muchas instituciones existe el servicio de transporte escolar o bien se pueden contratar los servicios de un particular y trasladar a los alumnos o en su caso se puede enviar a los escolares en transporte público.
Al recomendar estas alternativas, padres de familia advierten que el poder adquisitivo no es suficiente como para pagar servicios de transportación privado o transporte escolar y el traslado en transporte público es objeto de preocupación ante el incremento de la inseguridad.
Pese a dichos escenarios adversos, Aurora González urgió a los jefes del hogar, reorganizarse y buscar alternativas que eviten la pérdida de clases de los educandos, ya que si bien es cierto para muchos era una alternativa cómoda el dejar a los niños en las casas encerrados estudiando, también es importante que los alumnos regresen a los salones, estudien, sociabilicen y recuperen la normalidad que se vivía previo al encierro que trajo el virus SARS CoV-2.