Un inusual e insólito caso tuvo lugar en la cárcel de máxima seguridad HMP Frankland en Inglaterra, en donde la exdirectora de la penitenciaría, Stephanie Smithwhite, de 40 años, fue condenada a dos años de prisión por tener intimidad con el preso Curtis “Cocky” Warren. Según informes, la oficial habría hecho un agujero en el pantalón para llevar a cabo el acto sexual con el criminal.
Los hechos salieron a la luz cuando el personal de la prisión comenzó a sospechar de la relación inusualmente cercana entre Smithwhite y Warren. Ante las sospechas, se puso en marcha una operación de vigilancia que reveló que la pareja estaba intercambiando notas de fantasías sexuales.
La situación se volvió aún más extraña cuando Smithwhite admitió que Warren se había obsesionado con ella y había intentado seducirla, al igual que a otros miembros del personal de la prisión. La oficial penitenciaria confesó que, en un momento dado, cayó en la tentación y comenzó a sentirse atraída por el recluso.
De acuerdo con el medio británico The Sun, Durante el juicio, Smithwhite negó que hubiera hecho un agujero en su pantalón con un propósito sexual. Sin embargo, el juez a cargo del caso no encontró otra explicación para la ubicación del agujero y la condenó a dos años de prisión. También se encontraron otras pruebas: la exdirectora de la penitenciaria se hizo un tatuaje con el nombre del preso e incluso le envió una foto subida de tono en donde vestía un traje de gato y cartas eróticas.
La exdirectora admitió dos cargos de mala conducta en un cargo público: uno relacionado con su relación sexual, que se dice, duró entre junio y diciembre de 2018, y el segundo cargo por no informar que sabía que él preso tenía acceso a un teléfono con el que continuaba dirigiéndo sus empresas criminales.
Stephanie se mostró «devastada» por la sentencia, pero aún mantenía la esperanza de que su relación con el hombre de 56 años, quien estaba encarcelado por delitos relacionados con el narcomenudeo, pudiera continuar en el futuro.
Quinto Poder