Los efectos de una guerra nuclear serían instantáneamente catastróficos para aquellos que están dentro del camino inmediato de las armas, pero un nuevo estudio advirtió que un conflicto de este tipo mataría de hambre a por lo menos 5 mil millones de personas adicionales alrededor del mundo.
Las nubes de escombros provocadas por la detonación de armas nucleares bloquearían la luz solar, alterando los sistemas climáticos y limitarían la producción de alimentos, estimó el estudio, publicado en agosto en la revista Nature.
Sería una catástrofe global para la seguridad alimentaria», según los autores.
Los expertos analizaron varios escenarios posibles en virtud de la magnitud de una guerra nuclear.
En un conflicto relativamente pequeño habría 27 millones de muertos de manera directa, mientras que otros 255 millones de personas perecerían por hambre en los dos años posteriores, con el comercio internacional paralizado y un descenso global de la temperatura.
En el peor escenario habría 360 millones de muertes directas y más de 5 mil millones por inanición, conforme al estudio.
La producción global de cultivos se desplomaría en un 90% solo tres o cuatro años después de un conflicto a gran escala.
Hay excepciones
Pero no todas las naciones del mundo correrían la misma suerte bajo los escenarios estudiados.
En la situación de guerra nuclear más pequeña estudiada, los investigadores encontraron que el Medio Oriente, partes de América Central y partes de Asia verían cierta privación de alimentos hasta morir de hambre, mientras que la mayor parte del resto del mundo continuaría teniendo una ingesta normal de alimentos.
En la situación más extrema, todos los países, excepto Australia, Argentina, Uruguay, Omán, Brasil, Paraguay y algunos otros, morirían de hambre.