La ética de no convertirse nunca en la noticia, sino de reportarla, es también un elemento de dicho prestigio, pero muchas veces la atracción de la celebridad es demasiado fuerte para resistirla, y eso es lo que le está pasando a Gustavo Adolfo Infante, al convertirse en objeto de numerosas controversias que se han juntado y estallado en medios, convirtiéndolo ahora en el objeto de los escándalos y dándole un grave golpe a su imagen profesional, por no hablar de la pública.
Infante ha recibido fuego por todas partes: no solo tiene una demanda contra Alfredo Adame —ahí nadie puede culparlo; todo el universo, al parecer, se las trae contra el exgalán de telenovelas y con justa razón— también tuvo que aceptar el fallo de la corte que revirtió la sentencia contra Gabriela Spanic y le concedió una orden de restricción a la venezolana para que el comentarista no pueda ni mencionarla.
Además de esto, Sergio Mayer —otra ave de las tempestades a quien le gusta mucho dar la nota y nunca le hace feos a una cámara o micrófono—ahora lo acusa de violencia de género, de acoso laboral y de tráfico de influencias; y no es el único que lo tiene en la mira: el propio Infante dijo en su programa que la conductora Rocío Sánchez Azuara procedería a sumarse a la cada vez más larga fila de personalidades que lo quieren llevar a tribunales —algo que ella ni siquiera ha confirmado.
Esto se debería a que Infante declaró que si ahora Sánchez Azuara tiene un espacio en el corporativo Imagen, para su nuevo Talk Show ‘Rocío’, es gracias a él —y no solo ella, también asegura que Laura Bozo, Talina Fernández y hasta su compañera de programa, Mónica Noguera le deben su entrada a la cadena. La conductora señaló que tal cosa no es cierta, que ella llegó ahí por su propio esfuerzo y que pasó por un trimestre de prueba y que en ningún momento fue recomendada por Infante.
Aunque ahora tiene una acérrima enemistad con la temible Pati Chapoy. Fue precisamente bajo la protección de ella con quien Infante inició su carrera en 1984 en el noticiario ‘El mundo del espectáculo’ en Televisa, cuando él estaba recién graduado de la carrera y era un joven reportero.
En ese entonces, Infante no había desarrollado el toque amarillista que últimamente usa de manera continua, tampoco hacía comentarios insensibles e hirientes, lo que constituye la cereza en el pastel en estos días terribles en los que le ha llovido al conductor de ‘De primera mano’: la cadena Imagen publicó un comunicado en el que hace alusión clara y directa a la controversia que sostuvo con Mauricio Martínez, tras su denuncia de acoso contra Antonio Berumen, el exmanager de Magneto y Mercurio.
El comunicado que Mónica Noguera reprodujo íntegro en su Instagram habla de manera clara acerca del tema (hace unos días, Infante tuvo que ofrecer una disculpa pública, lo cual cada vez se va volviendo más frecuente) y solo se suma a la larga serie de polémicas que han sido creación del propio Infante, cuya arrogancia le ha atraído enemistades a diestra y siniestra y también está generando una mala imagen pública (el canal ya suspendió ‘El minuto que cambió mi destino’, sin dar explicación alguna), dilapidando lo que son casi 40 años de prestigio profesional, por crearse mala fama y pleitos que lo hacen protagonista de notas, pero ¿a qué precio?
https://espanol.yahoo.com