Un bebé fue hallado con vida tras pasar 35 horas bajo los escombros de un bloque de departamentos en Rusia, que se derrumbó parcialmente por una explosión, y expuesto a un clima gélido, informaron funcionarios de emergencia, que calificaron el hallazgo como un milagro.
La explosión, que se cree fue causada por una fuga de gas, afectó 48 apartamentos en un edificio de 10 pisos en la ciudad industrial de Magnitogorsk este lunes, provocando la muerte de al menos siete personas y dejando 36 desaparecidos.
Las imágenes del video del Ministerio de emergencias local mostraron a un rescatista que recogía al pequeño y lo cubría con una manta antes de llevarlo corriendo hacia una ambulancia.
La temperatura actual en la ciudad de Magnitogorsk, sede de una de las mayores siderúrgicas de Rusia en los Urales, a unos mil 700 kilómetros al este de Moscú, es de menos 17 grados Celsius.
El hecho de que el bebé de 11 meses, actualmente diagnosticado con una quemadura grave por congelación y un traumatismo craneal cerrado, estuviera acostado en su cama y envuelto en capas, le salvó la vida, informó la agencia de noticias TASS, citando un centro de emergencia regional.
El bebé fue encontrado cuando un socorrista lo escuchó llorar y se organizó de inmediato una operación a gran escala, reportó la agencia de noticias Interfax, citando a funcionarios de emergencia. Su extracción fue difícil debido a los escombros inestables que planteaban riesgos para los rescatistas.
«Cientos de personas esperaban la aparición del niño entre los escombros (…) como un milagro. Y el milagro ocurrió», dijeron los funcionarios a Interfax.
La madre del niño está viva y ya llegó al hospital, agregó Interfax.
La explosión arrasó el edificio en Magnitogorsk el lunes por la mañana, cuando era día festivo en Rusia y muchos de los residentes estaban dormidos. La Ministra de Salud, Veronika Skvortsova, dijo el lunes que las posibilidades de encontrar sobrevivientes se estaban desvaneciendo.
Se han producido varios incidentes similares en ese país en los últimos años debido al envejecimiento de la infraestructura y a deficientes normas de seguridad sobre el uso del gas.