Nueva York, 12 Mar (El Informador).- El ex productor de cine Harvey Weinstein ha sido sentenciado por el juez de la Corte Suprema de Nueva York James Burke a 23 años de prisión por los cargos de agresión sexual y violación en tercer grado.
El famoso productor enfrentaba una sentencia de cinco hasta 29 años de prisión por los cargos de violar a una aspirante a actriz en 2013 y de darle sexo oral por la fuerza a la ex asistente de producción de cine y TV Mimi Haleyl en 2006. El productor de Hollywood aún tiene pendiente un segundo caso penal en California.
«Creo que si Harvey Weinstein no hubiera sido condenado por este jurado, esto habría ocurrido de nuevo una y otra vez»
Harvey Weinstein llegó a la corte en una silla de ruedas el miércoles para el último acto del juicio por violación que lo puso tras las rejas: la sentencia que envió al otrora poderoso productor de Hollywood a prisión por su condena histórica para #MeToo.
Haleyi rompió a llorar al decirle al juez James Burke que el ataque de 2006 la había marcado profundamente, la había llevado a repensar su carrera en la industria del entretenimiento y hecho sentir paranoica y con miedo a represalias. Dijo que evitaba salir con hombres para no lastimarlos, pues no quiere que nadie se sienta avergonzado o se distancie de ella una vez que sepan lo que le ocurrió.
«Creo que si Harvey Weinstein no hubiera sido condenado por este jurado, esto habría ocurrido de nuevo una y otra vez», dijo Haleyi.
La ex aspirante a actriz que Weinstein fue hallado culpable de violar en 2013 recordó el momento durante el juicio en el que se retiró del estrado llorando y luego pudo ser escuchada pidiendo a gritos una sala adyacente.
«El día en que se escucharon mis gritos desde la sala de testigos fue el día en que mi voz recuperó todo su poder», manifestó.
Dijo que fue una víctima de una «parálisis de violación» ocasionada por un agresor que se le impuso físicamente y «que tenía toda la ventaja sobre mí… Huir no era posible. Luchar tampoco era posible».
Agregó: «La violación no es solo un momento de penetración. Es para siempre».
Está reteniendo el nombre de la acusadora de violación porque no está claro si esta desea ser identificada.
Weinstein, quien ha insistido en que todas sus actividades sexuales fueron consensuales, también tuvo oportunidad de pronunciarse durante la lectura de su sentencia. Durante el juicio declinó rendir declaraciones.