Reconocer los tipos y modalidades de violencia representa una posibilidad de reflexionar y transformar aquellas conductas que afectan a las mujeres de todas las edades, orígenes e identidades
Como lo promueve la Asamblea General de la ONU desde 1999, este 25 de noviembre se conmemora el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer. La Ibero Puebla se suma a los 16 días de activismo para luchar contra cualquier forma o expresión de violencia contra las mujeres, haciendo énfasis en a todas las mujeres universitarias.
Este año se encamina a ser el año con mayor número de feminicidios desde que se tiene registro: entre enero y septiembre de 2020, se han registrado 720 casos de feminicidio. Por tal motivo, Mario Patrón Sánchez, rector de la Universidad Jesuita, invitó a sumarse al compromiso de la igualdad sustantiva entre todas las personas.
Durante una rueda de prensa, el titular de Rectoría indicó que la violencia contra las mujeres daña a todo el tejido social; esto nos invita a modificar todas las prácticas y conductas que perpetúan toda discriminación por razón de sexo y género. “Buscamos garantizar a alumnas, colaboradoras y docentes espacios seguros donde no se tolera la violencia de género ni el trato desigual”.
La Ibero Puebla creó el Programa de Prevención de Violencias para atender aquellas prácticas de violencia que se generan al interior de la Universidad y no sólo las que emanan desde el exterior. Este esfuerzo supone la correspondencia al derecho a una vida libre de violencia.
Dicha instancia llevó a cabo el diagnóstico De las violencias en el ámbito universitario a la búsqueda de espacios dignos: ¿qué sabemos y como reaccionamos en la Ibero Puebla?. Se trata de un ejercicio exploratorio que permite conocer la percepción sobre aquellas violencias poco visibilizadas o identificadas, a la par de las acciones directas o indirectas que se generan para hacer frente a esas conductas.
Los resultados serán publicados este 25 de noviembre de la mano de la Política de igualdad y transversalidad de la perspectiva de género, un mecanismo orientador que toma en cuenta el contexto histórico y reivindica la convicción de que la adscripción cultural y social de cada integrante de la comunidad no debe ser motivo de lesión o limitación al acceso y ejercicio de ningún derecho.
Desde el Instituto de Derechos Humanos Ignacio Ellacuría, SJ (IDHIE) se ha denunciado permanentemente la violencia de género perpetrada en la sociedad. Como indicó su titular, Rosario Arrambide González, al 15 de noviembre se han detectado al menos 57 probables feminicidios.
Esta cifra contrasta con los 40 casos registrados por el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública. Además, de acuerdo con la Comisión Nacional de Búsqueda, Puebla es cuarto lugar nacional en mujeres desaparecidas no localizadas y localizadas: 8,312 personas, de las cuales 4,511 son mujeres de entre 12 y 19 años de edad.
Arrambide González compartió que, desde el IDHIE, se han impulsado múltiples acciones para sensibilizar y concientizar sobre el derecho de las mujeres a una vida libre de violencia. Tales comprenden el monitoreo continuo de las violencias de género; investigación de violencia social y psicológica en estudiantes; impulso de agendas de concientización y formación, y acompañamiento de familiares de personas desaparecidas.
Como subrayó Lilia Vélez Iglesias, directora general Académica, existen estrategias pedagógicas y organizacionales para garantizar el ejercicio pleno de todas las capacidades de las mujeres en el ámbito educativo. Por ello, los derechos humanos, la perspectiva de género y el cuidado de las personas son temas transversales que están presentes a lo largo de la trayectoria educativa del alumnado.
En la cultura organizacional, la Universidad Iberoamericana Puebla busca la congruencia entre los discursos y los comportamientos cotidianos, por lo que se orienta al alumnado a reconocer las contribuciones de las mujeres en el ámbito educativo y del conocimiento. “Queremos decirles a las jóvenes que las carreras no tienen género y que lo importante es la vocación que ellas tengan”.
Desde el principio de los tiempos, las mujeres han sido catalogadas como seres inferiores; la cosificación del cuerpo, la manipulación, la educación patriarcal y la impunidad han permitido la violencia que desemboca en feminicidios. “Es cansado vivir con miedo, cuidar nuestras espaldas todos los días”, denunció Miranda Cid Nieto, estudiante de la Licenciatura en Ciencias Políticas y Administración Pública.
La joven reconoció el dolor que le causa observar que los violentadores no son castigados ni de manera jurídica ni social. Extendió su solidaridad hacia las estudiantes, mujeres y niñas, recordando el valor de la sororidad en contextos de lucha social. Al mismo tiempo, exigió al gobernador Miguel Barbosa Huerta acciones sustantivas para detener la violencia de género en Puebla.
Finalmente, Galilea Cariño Cepeda, responsable de Prevención de Violencias de la Ibero Puebla, llamó a asumir que la prevención es uno de los motores para eliminar los contextos inseguros. Esto no sólo contempla las estrategias para evitar que las conductas ocurren, sino que se pueda garantizar un entorno que proteja el derecho a una vida libre de violencia para todas las personas.
La Universidad Jesuita es la primera institución educativa en la entidad que integra un protocolo de acción en materia de violencia de género. En 2021, se conformará la Comisión de Igualdad de Género para vigilar la igualdad sustantiva entre hombres y mujeres de la Comunidad Ibero Puebla. “Los entornos educativos tienen que ser espacios libres de estereotipos y prejuicios de género”, sentenció.