La Ibero Puebla arranca las actividades por su 40 aniversario en el Día de San Ignacio de Loyola, fundador de la Compañía de Jesús y principal inspiración del paradigma pedagógico ignaciano. Durante cuatro décadas, este modelo de enseñanza ha marcado el camino de mujeres y hombres formados en la dicha de amar, servir, y ser por y para los demás.
La celebración eucarística fue oficiada por Arturo González González, SJ, quien fue acompañado por el Lic. Ildefonso Navarro Zayas, SJ, el Dr. Carlos Escandón Domínguez, SJ y el Mtro. Manuel Solís Echeverría, SJ. Los cuatro sacerdotes jesuitas han visto crecer a la Universidad desde su primer ladrillo, y hoy entienden esta celebración como una oportunidad para mirar hacia atrás y ver el arduo camino recorrido.
El pasado se vio significativamente marcado por grandes obstáculos, fuertes convicciones, y por una lectura constante de los signos de los tiempos, que deben ser atendidos y asumidos por la Comunidad Ibero Puebla con el propósito de fortalecer la unión en un mundo roto.
El camino continuó siendo labrado y procurado por los diversos líderes ejemplares, a los cuales Mario Patrón Sánchez, rector de la Ibero Puebla, reconoce no solo como personajes de la historia universitaria, sino también como actores de cambio con los que ha trabajado codo a codo para brindar un segundo hogar al estudiantado y los colaboradores.
Por supuesto, siguen los retos en el porvenir, que hoy se ve fuertemente trastocado por la pandemia por covid-19. El rezago académico, la pérdida y la inestabilidad de la esfera psicosocial son factores que la Universidad debe enfrentar en su vida venidera.
Este reto lo tiene presente el rector, que coordina esfuerzos significativos como los nuevos planes de estudio que responden a dichas inquietudes. “Hoy tenemos jóvenes en nuestros espacios universitarios que vienen con un nivel académico [mermado] consecuencia de una educación a distancia que se trastocó. Hay que acompañarlos de manera más profunda y cercana”.
Continuó Patrón Sánchez: “Festejar el 40 aniversario es celebrar nuestra historia, pero sobre todo reivindicar nuestro presente. Para ello, hay que tener conciencia de los signos de los tiempos, lo que implica ver las tenacidades, pero también tener conciencia de nuestros logros, riquezas y frutos”. Esa fuerza, convicción y adaptación condensan la identidad forjada por 40 años en la Ibero Puebla.
La comunidad presente en la ceremonia eucarística mostró su devoción y agradecimiento a san Ignacio de Loyola y, por supuesto, a sus enseñanzas, que han dado bases fuertes en la educación humanista, jesuita y convencida de que mejorar el mundo es posible.
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