Como parte de la migración de las actividades institucionales a las plataformas digitales, la Ibero Puebla a través de la Jefatura de Egresados, llevó a cabo dos encuentros virtuales con su comunidad de Egresados. Ex alumnos originarios del estado de Tlaxcala y del municipio de Teziutlán, Puebla pudieron participar en una serie de charlas y dinámicas de convivencia propias del nuevo formato.
Durante su mensaje de apertura, Elia María Irigoyen García, directora general de Vinculación de la Ibero Puebla, compartió algunos de los cambios más importantes que la Universidad ha enfrentado en los últimos meses. Entre ellos, destacó la migración exitosa del 100% de las clases presenciales a la modalidad virtual desde el cierre del periodo escolar Primavera 2020.
También celebró el ánimo y disposición de la Comunidad en el inicio de Otoño 2020, al tiempo que alentó a los asistentes a permanecer cercanos, hoy más que nunca, a su alma máter. “Como universidad confiada a la Compañía de Jesús, estamos llamados a ser el signo de los tiempos, comprender el contexto y actuar al respecto. Hoy más que nunca, como exalumnos IBERO debemos marcar la diferencia”.
La Ibero Puebla tiene la gran tradición de velar por el mejor de los intereses de sus alumnos y de las generaciones anteriores que ya forman parte del mundo laboral. A los egresados les hacen sentir y saber que la Universidad siempre será su casa, y que a pesar de que las puertas en estos momentos estén cerradas, los pasillos y las aulas los seguirán esperando.
Formación integral
Para refrendar el compromiso de promover la formación de mujeres y hombres sensibles, las reuniones contaron con la presencia de expertos que ofrecieron charlas sobre inteligencia emocional, formación espiritual y resiliencia, habilidades clave para los tiempos en los que vivimos.
Claudia Ruíz Rodríguez, egresada de la Ibero Puebla, recordó a la comunidad tlaxcalteca que la pandemia ha hecho resurgir la búsqueda de certezas: ¿de dónde me sostengo ahora que todo está en tan trepidante movimiento? Por ello, centró su ponencia en la búsqueda de conexiones con las emociones propias y ajenas a través de preguntas generadoras y dinámicas de reflexión.
Posteriormente, el Mtro. Mauricio López Oropeza, secretario ejecutivo de la Red Eclesial Panamazónica (REPAM), reflexionó sobre la añoranza de la cercanía de los demás en tiempos de la pandemia. Invitó a trascender la idea de la autocomplacencia para ir en búsqueda de los otros y las otras. “Debemos asumir la incertidumbre para romper las categorías fragmentadas y encontrar la integralidad”.
Invitó a regresar a una nueva humanidad que emerja de una conversión profunda del corazón. Llamó a asumirnos como seres frágiles inmersos en un malestar planetario. “Tenemos que hacernos cargo de esto; este planeta, que es nuestra casa, nos está dando lecciones sobre el buen vivir”.
Los integrantes de la Comunidad de Egresados de Teziutlán fueron acompañados por el Mtro. Gerardo López Ramírez, quien explicó que una baja o nula inteligencia emocional es la causa de nuestros problemas. El no saber lidiar con las situaciones que el mundo exterior arroja puede resultar en la destrucción de lo interior. Explicó que el mundo actualmente está siendo completamente volátil.
A través de dinámicas y participación activa por parte de los asistentes, invitó al auditorio a que aprovechen la pandemia ocasionada por la Covid-19 para migrar hacia nuevos horizontes y emplear la inteligencia emocional para sobreponerse a las dificultades de la vida. “No es un tema de querer cambiar, la situación nos obliga a cambiar”, cerró.
Como ya es tradición, ambas sesiones cerraron con la rifa de productos oficiales de la Universidad Jesuita, sets de vinatería y descuentos válidos para algún programa interno de Educación Continua. Paulatinamente los usuarios se fueron desconectando, pero la sensación reconfortante se quedó ahí, en el corazón de cada uno de ellos.