El icónico bar de Miami Beach (Florida) Clevelander anunció el cierre temporal al considerar que la ciudad no ha podido controlar la masas de universitarios durante el Spring Break y no quiere poner en riesgo de la covid-19 a sus empleados ni la estructura del lugar que ha sufrido destrozos en los últimos días.
Imágenes de televisión muestran los daños en el bar, ubicado en la popular South Beach, área donde se han presentado durante varias semanas desmanes y forcejeos entre policías y jóvenes estudiantes.
El Clevelander señaló que no puede someter a sus empleados del bar y restaurante a la indisciplina y agresión de los clientes, que no respetan la distancia social ni llevan mascarillas, y que les pagará sus mesadas como si estuvieran trabajando.
Aunque el hotel seguirá operando, el servicio de comidas y bebidas fue suspendido, en principio hasta el miércoles, para evitar especialmente los fines de semana, cuando empeora la situación, pero será extendido si persiste el descontrol.
Las cifras de detenidos durante las caóticas fiestas, que dejaron esta semana un joven muerto debido a heridas de bala, dan cuenta de unos 900 arrestos, la tercera parte por delitos graves, y el decomiso de decenas de armas de fuego.
El alcalde de Miami Beach, Dan Gelber, dijo que durante el día la situación es más controlable, pero que las noches son problemáticas.
Gelber ha planteado que la solución es cambiar la naturaleza del lugar de un distrito de entretenimiento a uno cultural por su belleza y arquitectura art déco.
En ese sentido señala que no se necesitan «145 bares que estén abiertos hasta las 5 de la mañana».
La escenas de jóvenes con botellas de licor en bolsas de papel, los bailes indecentes encima de los carros y la reticencia a las mascarillas y la distancia social son frecuentes desde hace semanas en los bulevares aledaños a las playas desde tempranas horas de la mañana, mientras la violencia se apodera de las noches.
La Policía de Miami Beach incluso ha tenido que disparar bolas de pimienta para deshacer multitudes y tiene incluso pensado cerrar uno de los principales viaductos que conectan a la isla de Miami Beach con la ciudad de Miami para detener el flujo de personas.
El condado de Miami-Dade es el más afectado de Florida por la pandemia, con más 5.700 fallecimientos.
Las fiestas se han extendido por todo al condado con reuniones ilegales en viviendas de áreas residenciales que se promocionan por la redes sociales con provocativas fotos, sin detallar la dirección del lugar para evitar la presencia policial.
Sin embargo las autoridades han intervenido en decenas de ellas por llamados de los vecinos sometidos a la algarabía y el desorden de decenas de estudiantes que llegan con licor, incluso a casas que están desocupadas y en venta, según denunció una investigación del canal 7News de Miami.
(c) Agencia EFE