Varios insurgentes se enfrentaron con las fuerzas de seguridad afganas a unos 800 metros al sur del complejo del Palacio Presidencial en Kabul, donde el presidente, Ashraf Gani, acababa de dar un discurso a la nación con motivo de la festividad musulmana de Aíd al Adha o fiesta del sacrificio.
«Esta mañana un número desconocido de atacantes entraron en un mercado detrás de la mezquita Eid-Gah de Kabul (próxima al Palacio Presidencial). Las fuerzas de seguridad acordonaron el área y están tratando de detener o matar a los atacantes», afirmó el portavoz de la Policía capitalina, Hashmat Stanekzai.
En tanto, los talibanes negaron estar detrás de los ataques.
«Los ataques de hoy en Kabul no tienen nada que ver con los combatientes del Emirato Islámico (como se autodenominan los talibanes)», indicó el principal portavoz de la formación insurgente, Zabihullah Mujahid, en la red social Twitter.
Debido a la festividad musulmana, cuando se dio el ataque el mercado se encontraba vacío y las tiendas cerradas, añadió el portavoz.
En ese mismo momento se produjo el lanzamiento de al menos tres misiles contra la ciudad, de los cuales dos de ellos impactaron en el centro capitalino, un área de alta seguridad donde se ubican el Ministerio de Defensa y el Palacio Presidencial, explicó.
«Estos misiles no causaron víctimas», aclaró Stanekzai.
Las explosiones se pudieron escuchar a distancia durante la retransmisión en directo del discurso de Gani a la nación desde el Palacio Presidencial con motivo de la festividad musulmana.
El ataque de este martes llega después de que a última hora del domingo el presidente afgano propusiera a los talibanes un alto el fuego.
La medida tenía previsto durar del 20 de agosto al 20 de noviembre, día del nacimiento de Mahoma, Milad-ul-Nabi, pero no se implementó ni siquiera durante las celebraciones de Aíd al Adha al no producirse una respuesta afirmativa de los insurgentes.
Este sería el segundo cese el fuego del Gobierno afgano en 17 años de conflicto, después de implementar uno temporal a mediados de junio con motivo de la festividad musulmana de Aíd al Fitr o final del Ramadán, que coincidió durante tres días con una tregua unilateral de los talibanes.