El secretario de Agricultura y Desarrollo Rural, Víctor Villalobos Arámbula, señaló que los suelos constituyen la base del desarrollo agrícola, de las funciones esenciales de los ecosistemas, de la seguridad alimentaria y clave para el mantenimiento de la vida sobre nuestro planeta.
En México, precisó, el Programa Sectorial de Agricultura y Desarrollo Rural prevé la importancia de la conservación y el manejo sustentable de los suelos agrícolas y pecuarios, y el desarrollo de una agricultura productiva e incluyente “que no deje a nadie atrás y no deje a nadie fuera”, sostuvo al participar en la Conmemoración del Día Mundial del Suelo.
En videoconferencia, el titular de Agricultura afirmó que “es una prioridad nacional mejorar la disponibilidad de agua, conservar la biodiversidad del suelo y mejorar su manejo y su calidad en zonas marginadas, así como impulsar la implementación de prácticas para su manejo sostenible en todos los niveles de producción”.
Subrayó que en la Secretaría se trabaja en la construcción de capacidades técnicas e institucionales para la síntesis y el análisis de datos e información de suelos, a efecto de habilitar el monitoreo de su condición en el sector agropecuario y fortalecer los pronósticos sobre la productividad de cultivos ante el cambio ambiental global.
Para ello, dijo, Agricultura participa con la Alianza Mundial por el Suelo de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) en trabajos regionales de gestión para el manejo sostenible del recurso natural y compartir los avances con instituciones afines al tema.
Destacó dos resultados claves de este esfuerzo: los mapas digitales de salinidad de suelos en México y los de potencial de captura de carbono en los suelos nacionales, los cuales ayudan al manejo de capacidades técnicas e información relevante sobre este elemento en el país, “porque suelos más saludables contribuyen a la adaptación climática y a una mejor producción de alimentos”.
En México, el 70 por ciento de los suelos muestra algún tipo de degradación física, química o biológica, lo que amenaza la capacidad de producir alimentos, forrajes y fibra, así como retener y filtrar agua, considerando que el suelo es el principal reservorio de carbono orgánico y la recarbonización de la tierra agrícola ayuda a disminuir la emisiones de gases de efecto invernadero, indicó.
En el evento virtual, el coordinador de Investigación Científica de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), William Lee, indicó que la importancia de los suelos para el bienestar de la sociedad es crucial y, en este sentido, hay una degradación ambiental que afecta a este componente en las últimas décadas y que se acelera en un proceso ante lo que se requiere tomar medidas de prevención.
En representación del rector de la UNAM, Enrique Graue Wiechers, William Lee abundó que esta degradación tiene efectos en escala de tiempo largos, con consecuencias en lo económico, social y ambiental, por lo que es clave tomar medidas a tiempo en el país, que cuenta con una gran diversidad de suelos aptos para distintas actividades.
Precisó que la Agenda 2030, de los Objetivos Sostenibles, son una guía esencial en el desarrollo e implementación de políticas públicas enfocadas al tema de suelos, con la participación de la Red Académica para proponer líneas de trabajo en la investigación, generación del conocimiento, atención, manejo y preservación de este elemento natural.
Reconoce FAO acciones en México a favor de los suelos
La representante de la FAO en México, Lina Pohl Alfaro, resaltó el amplio trabajo que tiene nuestro país en materia de estudio y conservación de los suelos, entre ellos una red de 90 mil puntos de medición de Carbono Orgánico del Suelo, lo que permite dar seguimiento puntual a los compromisos de México para reducir en 22 por ciento las emisiones de gases de efecto invernadero para el año 2030.
“FAO junto con la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural y la Alianza Mundial por el Suelo estamos preparando el mapa nacional de potencial de secuestro de carbono orgánico en suelo, información fundamental que permitirá a México establecer las políticas y diseñar las estrategias para tener un suelo sano, una alimentación sana, un ambiente sano y una vida sana”, afirmó la funcionaria internacional.
Precisó que en el programa de Producción para el Bienestar de Agricultura se impulsa entre los productores de pequeña y mediana escala –que conforman el 85 por ciento de las unidades productivas del país— prácticas agroecológicas y sustentables, la conservación del suelo, el agua y la agrodiversidad.
La investigadora del Instituto de Geología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Christina Siebe, resaltó que ante la importancia que tiene el tema del suelo, actualmente se enfrenta el reto de cambiar la percepción de amplios sectores de la población y, sobre todo, de los tomadores de decisiones, para subrayar el valor de las políticas de rescate y conservación de este recurso, que actualmente no son los mismos en todas partes y no tienen las mismas necesidades de atención.
Al dictar la conferencia magistral “Alianza Nacional por el Suelo: justificación, retos e importancia para la Sociedad”, expuso que el uso inadecuado de suelos genera y acelera su degradación, por lo que la adaptación a sistemas agrícolas más sustentables representa una oportunidad para frenar los daños a nivel mundial.
Estas medidas de solución, agregó, están considerados en las acciones de la Agenda 2030 y los Objetivos del Desarrollo Sustentable y requieren un trabajo transdisciplinario, transectorial y coordinado.
Adicionalmente, dijo, se debe incrementar la investigación y sensibilizar a la población de la importancia de los suelos, que cumple funciones de hábitat de diversos organismos, la captación de nutrientes, regula los ciclos hídricos y es medio para la producción de alimentos, fibras y maderas, entre otros.
La presidenta de la Unión Internacional de las Ciencias del Suelo, Laura Bertha Reyes Sánchez, reconoció el esfuerzo retomado por México en la materia, con un liderazgo en América Latina y el Caribe, y la importancia de instrumentar un marco normativo que regule y proteja el uso de los suelos en el ámbito urbano y agropecuario.
El presidente de la Sociedad Mexicana de la Ciencia del Suelo, Javier Castellanos Ramos, apuntó que los fertilizantes son necesarios en la producción de alimentos, sin embargo, subrayó, “hay que utilizarlos racionalmente y trabajar juntos para detener la degradación de los suelos”.
Expuso la necesidad de ecointensificar para producir más con menos suelo, más por gota de agua, más por unidad de energía y por unidad de emisión de carbono, ya que para 2100 la población incrementará de 7.7 billones a 11.2, el consumo de alimentos pasará dos mil 700 kilocalorías a tres mil 300, y la superficie agrícola tendrá que reducirse, al igual que el uso de los fertilizantes, de los cuales no se puede prescindir, pero sí utilizar de manera racional.
La directora general de Atención al Cambio Climático en el Sector Agropecuario de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural y punto focal nacional ante la Alianza Mundial por el Suelo de la FAO, Sol Ortiz García, subrayó la transcendencia de restaurar y conservar los suelos, porque de eso dependen la producción de alimentos, nuestra sobrevivencia y la de millones de organismos, además de contrarrestar los efectos del cambio climático.
Resaltó que en este trabajo es imperativo la colaboración, el trabajo coordinado entre instancias de gobierno, la academia, los centros de investigación, el sector privado, la sociedad civil, y de manera central la relación con los productores y productoras del país, con una atención desde los laboratorios, en los territorios y sobre la tierra. Convocó “a un trabajo en conjunto, unidos por el suelo”.