Zoé Robledo, director general del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), estimó que alrededor de 42 mil mexicanos presentarían cuadros graves por el COVID-19, de los cuales 30 mil necesitarían hospitalización y 12 mil requerirían una cama de cuidados intensivos, es decir con la asistencia de un ventilador mecánico.
Durante la gira de supervisión de infraestructura hospitalaria en Villa Coapa, en la alcaldía Coyoacán, el funcionario detalló que, durante la pandemia, el IMSS estará atendiendo al 48 por ciento de la población total del país, es decir a poco más de 61 millones de mexicanos.
Con una tasa de 0.05 por ciento de ataque, los epidemiólogos han establecido que alrededor de 306 mil personas van a padecer la enfermedad provocada por el coronavirus, de las cuales 214 mil buscarán atención médica.
«Eso no significa que todos van a estar hospitalizados, la gran mayoría, como usted mismo lo ha señalado, presidente, van a estar teniendo su padecimiento los días en los que tengan esta enfermedad desde sus casas, van a ser pacientes ambulatorios”, precisó Robledo.
Ante este panorama, abundó el funcionario, el IMSS diseñó un plan integral de acción en el que se cuenta con 25 unidades médicas de alta especialidad y 236 hospitales de segundo nivel.
Por el momento, detalló, las clínicas de mama, los centros de rehabilitación y mil 521 unidades de medicina familiar no entrarán en este proyecto.
Con el IMSS-Bienestar, el gobierno tendrá a su disposición 80 hospitales, como el que recientemente se inauguró en Tlaxiaco, Oaxaca, además de tres mil 622 unidades médicas rurales con una fuerza laboral de 430 mil personas.
“Un poco como se vio en Tlaxiaco, aunque aquí no están considerados los de IMSS Bienestar, son 81 hospitales para COVID que nos dan 379 camas; hoy ya listas para los pacientes que van a necesitar ventilación mecánica y tres mil 600 camas listas para hospitalización nada más para pacientes menos graves.
«Esto lo estamos haciendo ya con 853 médicos especialistas y mil 603 enfermeras”, comentó el funcionario federal.
La meta es, dijo Robledo, que durante la segunda fase de reconversión de hospitales estén funcionado 120 unidades, con lo que se incrementará en dos mil 420 los inmuebles de cuidados intensivos y hasta en ocho mil 59 camas de hospitalización.
Ello supondrá un incremento en la plantilla laboral de hasta cinco mil 458 médicos y 10 mil 237 enfermeras.
Para la fase tres se espera contar con seis hospitales de reconversión al 100 por ciento COVID-19, como el Hospital General de Zona 32 de Villa Coapa, con lo que se ofertarán hasta 361 espacios de cuidados intensivos.
Robledo dijo que se encuentran en un estado avanzado de reconversión los hospitales de Tapachula, Chiapas; el hospital de Bahía de Banderas, en Nayarit; y el hospital de Atlacomulco, en el Estado de México.
Detalló que en los hospitales de Tizayuca, en Hidalgo, y el de Santa Cecilia en Monterrey, Nuevo León, hay que redoblar esfuerzos para contar con el personal y equipo suficiente para su operación.