Un inmenso incendio que arrasa el norte de California se convirtió ayer en el tercero mayor en la historia del estado, y se espera que continúe propagándose.
Una larga sequía, que para los científicos está impulsada por la crisis climática, ha dejado el occidente de Estados Unidos reseco y vulnerable ante las llamas.
Esta semana, el incendio Dixie arrasó Greenville, un histórico pueblo de la fiebre del oro. Desde que comenzó, a mediados de julio, ha quemado más de mil 700 km2.
El alguacil del condado de Plumas, Todd Johns, quien ayuda en la coordinación del combate al fuego, dijo que es devastador.
Soy un residente de larga data en Greenville. Mi corazón está arrasado por lo que ha ocurrido aquí”, dijo en un comunicado.
Fuente: AFP