La Secretaría del Trabajo y Previsión Social y sus homólogas en las 32 entidades federativas deben verificar que los patrones cumplan con las medidas laborales para garantizar la salud física y mental de las y los trabajadores, así lo consideró la senadora Geovanna Bañuelos de la Torre.
La legisladora del PT destacó que con la pandemia se incrementaron los casos de estrés o síndrome de Burnout -agotamiento físico y mental, además de falta de motivación para desempeñar actividades laborales- y ansiedad, por la cantidad de trabajo o tareas, la inexistencia de tratamiento para la Covid-19 y el fallecimiento de familiares o seres queridos.
El desgaste y carga de trabajo asociada con el ejercicio profesional del personal que realiza actividades esenciales, sobre todo de los sectores sanitario o de servicios, ha tenido como consecuencia la aparición de trastornos de ansiedad, fatiga crónica e incluso el estrés postraumático que pueden incapacitar a las personas.
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico alertó que, desde el comienzo de la emergencia, millones de trabajadores perdieron el empleo y quienes lo conservaron vivieron importantes disrupciones en la forma de organizar y llevar a cabo sus labores, con esquemas que se implementaron para no hacer recortes de personal y que implicaron reducción de salarios y beneficios.
Bañuelos de la Torre subrayó que la prevalencia de la ansiedad en México pasó del 15 por ciento de la población antes de la pandemia al 50 por ciento, después de las primeras olas de la Covid-19; el mayor incremento entre todos los países de la organización y el nivel más alto observado.
Asimismo, se observó un incremento en la prevalencia de depresión, que pasó de un nivel de 3 por ciento antes de la pandemia a 27.6 por ciento de la población, después de casi un año de emergencia sanitaria.
En México, advirtió la senadora del PT, el ausentismo laboral relacionado a padecimientos psicológicos representa una pérdida de 23.8 por ciento en la productividad de los empleados, de acuerdo con la Secretaría del Trabajo y Previsión Social.
Y más importante aún, se calcula que para el siguiente año aumentará, de 11 a 15 por ciento, el gasto destinado a la atención de discapacidades laborales relacionadas con trastornos mentales.
Bañuelos de la Torre advirtió que la falta de atención a los factores de riesgo psicosocial en el mundo del trabajo le cuesta al aparato productivo nacional cerca de 16 mil millones de pesos anuales.
De ahí la importancia, de verificar que los patrones cumplan con las medidas laborales para garantizar la salud física y mental de los trabajadores y que se pongan en marcha campañas masivas para crear conciencia entre la población sobre este tipo de padecimientos, reiteró la senadora en el punto de acuerdo que se turnó a la Comisión de Trabajo y Previsión Social.
Foto: Senado