Como cada año, la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC) en Puebla, celebró su Concurso de Cruces, donde los trabajadores de la construcción evidencian su ingenio y creatividad al emplear diferentes elementos para la elaboración de una cruz.
El Santuario Guadalupano, del Seminario Palafoxiano de esta ciudad, fue la sede de este concurso que en su edición 29 sumó a decenas de concursantes que respondieron a la convocatoria, la cual se dividió en trabajadores de la construcción y público en general.
Desde temprana hora, los concursantes arribaron acompañados de sus familias para participar en la misa que presidió Alejandro Vázquez Espinosa, rector del Seminario Palafoxiano, quien en su mensaje reconoció la labor de los albañiles, ebanistas, constructores, herreros y todos los demás oficios que involucra el sector de la construcción.
Posteriormente, empresarios y personalidades de Puebla recorrieron la explanada del Seminario donde los concursantes colocaron de manera ordenada las cruces con las que participan, donde en esta ocasión las más pequeñas midió menos de 70 centímetros de alto, y las mas grandes fueron mayor a 70 centímetros.
En cuanto al peso, las cruces fueron diversas, principalmente por el tipo de estructura y materiales que se eligieron para su construcción. Las hay hechas de madera, otras más de clavos, tornillos, cemento, material reciclable y alambrón, entre otros elementos.
En algunos casos, este símbolo fue acompañado por un Cristo elaborado con diversas herramientas como una cadena, o listones de colores, flores, clavos, cucharas, aluminio, tubos, mampostería, serruchos, torsales u otros.
Manolo García, albañil desde hace 30 años y originario de Amozoc, acudió por sexto año consecutivo para participar en este concurso, pero a diferencia de ediciones pasadas, además de contar con el apoyo de sus hijos, invitó a sus compañeros de trabajo a sumarse a este reto en el que elaboraron una cruz de un metro con varilla de una pulgada.
En entrevista relató que desde que se inscribieron al concurso el 24 de abril, comenzaron a trabajar en el diseño y cooperación para la compra del material, con la esperanza de ganar algunos de los premios que otorga la CMIC Puebla.
«Este reto nos ayuda a pasar mas tiempo con la familia y a conocer a las familias de los compañeros, entre todos aportaban ideas y se llegaba a un solo diseño, claro, también nos desesperábamos porque eran muchas ideas y no llegábamos a un acuerdo”, comentó.
Por su parte, José Antonio Hernández, presidente de la CMIC Puebla, agradeció la participación de los albañiles a este concurso donde a los ganadores se les recompensa con premios como materiales para la construcción y herramientas como palas, picos, cascos, cinturones, carretillas; así como pantallas de televisión, electrodomésticos y bicicletas.
Invitó a los poblanos a continuar participando en esta convocatoria y también para admirar los trabajos hechos por los concursantes, ya que las cruces cada año son más elaboradas, emplean más elementos y las hay de todos los tamaños y todos los pesos; hay algunas que superan los 200 kilos, entre ladrillos, varilla, tubos de PVC, vidrio y alambre.
Fotos: Es Imagen / Jafet Moz