El juicio para ratificar o suspender la condena a 9 años y medio de cárcel por corrupción impuesta al ex Mandatario brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, comenzó hoy, sin la presencia del inculpado.
Los tres magistrados que integran la octava sala del Tribunal Regional Federal de la 4ª Región (TRF4), con sede en Porto Alegre, decidirán si mantienen, modifican o anulan la sentencia que recibió el ex Presidente (2003-2010) en un caso relacionado con la trama corrupta destapada en la estatal Petrobras.
En esta causa judicial, una de las siete abiertas a Lula, la mayoría por supuesta corrupción, el antiguo Jefe de Estado responde por presuntos sobornos recibidos de la constructora OAS, como un departamento en el balneario Guarujá, a cambio de favorecer a la compañía en contratos con la petrolera.
Durante la audiencia, la Fiscalía brasileña admitió durante su turno ante el Trubunal que el ex Mandatario se corrompió.
«Están suficientes probados los hechos que llevaron a la condena (…) Lamentablemente Lula se corrompió», dijo el Fiscal Mauricio Gerum en su argumento oral.
También criticó que la tentativa de asimilar el proceso a «un juicio político», tesis que defiende el propio Lula y sus abogados, ofende a la institución, al Poder Judicial y a las víctimas de los delitos cometidos.
«Si esta Corte absuelve, se hará justicia; si mantiene la condena, también se hará justicia», apuntó, al tiempo que denunció la «promiscuidad entre el mundo político y el mundo empresarial».
Cientos de manifestantes, tanto partidarios como opositores de Lula, se concentraron en las inmediaciones del Tribunal en el que se desarrolla una audiencia, que se prevé larga.
Lula, que ayer se presentó ante miles de simpatizantes en Porto Alegre, seguirá el juicio desde la sede del Sindicato de los Metalúrgicos de Sao Bernardo do Campo, en el cinturón industrial de Sao Paulo, donde inició su carrera política y participó en la fundación del Partido de los Trabajadores (PT) en 1980.
El dirigente del PT se convirtió el pasado 12 de julio en el primer ex Mandatario brasileño condenado penalmente desde el restablecimiento de la democracia (1985).
El juicio definirá el futuro personal de Lula y puede influir en el desarrollo del proceso político ante las elecciones de octubre próximo, a las que el ex Presidente pretende presentarse como candidato del PT.
Lula lidera hasta ahora los sondeos de opinión, pero una eventual ratificación de la condena hoy puede impedirle ser candidato, lo cual debe ser confirmado posteriormente por la justicia electoral.