Habitantes de la comunidad de San Primitivo, del municipio de Tlahuelilpan, iniciaron esta mañana un doloroso proceso de identificación de las víctimas que quedaron atrapadas en la denominada ‘zona caliente’ del incendio de una toma clandestina, que se registró la noche del viernes y que dejó un saldo de 66 muertos y 76 personas con quemaduras.
Hasta la medianoche del viernes, autoridades contabilizaban 21 muertos, 71 heridos y 50 desaparecidos, que —tras ingresar a la zona caliente del siniestro— se confirmó que 45 de estos fallecieron y cinco más resultaron con quemaduras severas, por lo que su estado de salud es delicado.
El proceso de identificación de los cuerpos ha transcurrido entre gritos, llanto e incredulidad de los familiares de las victimas que han reconocido a sus parientes. Entre los fallecidos se encontró el cuerpo de un niño de solo 12 años de edad.
En el predio, que permanece acordonado por personal de la Procuraduría General de Justicia de Hidalgo (PGJH), los cadáveres de quienes ingresaron al predio a rapiñar el combustible que se derramaba de la toma clandestina, quedaron completamente carbonizados.
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