Chipper Jones no se doblegó ante la presión de momento, y vaya que fue considerable.
Jones fue exaltado este domingo al Salón de la Fama del Beisbol, y dio su discurso frente a su esposa Taylor, quien unas horas atrás dio a luz a su hijo, quien llevará por nombre Cooper, en honor de este día tan especial.
Enfrentando esa tarea intimidante, Jones respondió a las mil maravillas, tal y como lo hizo durante los 19 años de carrera con los Bravos de Atlanta.
«Ella me cambió la vida para siempre», dijo Jones, mientras su esposa se secaba las lágrimas.
«Me tomó 40 años y algunas imperfecciones importantes en mi camino para encontrar mi verdadera profesión. Ahora hemos tomado a mis dos familias y las hemos unido. He recibido lo que había buscado toda mi vida: felicidad verdadera».
Cerca de 50 mil aficionados se reunieron en un día soleado para honrar a seis ex peloteros. También fueron inmortalizados Jim Thome, Vladimir Guerrero, Trevor Hoffman, y los ex compañeros de los Tigres, Jack Morris y Alan Trammell, seleccionados por el comité de veteranos.
Jones controló sus emociones en un discurso que llevó a los espectadores a través de toda su trayectoria, comenzando con su campaña de novato, en la que ayudó a los Bravos a ganar la Serie Mundial de 1995.
Fue uno de los mejores ambidiestros en la historia de beisbol, en el molde del jugador favorito de su padre, Mickey Mantle, y terminó con un promedio de .303, 468 jonrones y 1,623 carreras producidas, credenciales que le valieron su elección al recinto de Cooperstown en su primer intento.
Thome, por su lado, atizó 612 cuadrangulares en su vida, octavo de la historia, y tiene el récord de las Mayores de 13 vuelacercas para dejar al rival en el terreno, casi todos con los Indios de Cleveland.
Ovacionado por cientos de fanáticos que ondearon la bandera de República Dominicana, Guerrero, quien bateó .318 y aporreó 449 bambinazos, agradeció a sus padres en español.
Hoffman, segundo lugar de todos los tiempos con 601 salvamentos, también le dedicó este logro a su esposa, Tracy.
La Clase 2019 del Salón de la Fama del Beisbol será encabezada por el panameño Mariano Rivera, considerado el mejor cerrador de la historia y líder con 652 rescates, además de Edgar Martínez, quien tendrá su décima y última oportunidad, y que se quedó a 20 votos de entrar este año.