La presidenta de la Comisión de Justicia del Senado de la República, Olga Sánchez Cordero, instó a las organizaciones de la comunidad LGBTTTIQ+ y a las colectivas feministas a trabajar en coordinación para establecer una agenda en común, a fin de enfrentar las resistencias de la cultura heteropatriarcal.
Durante el foro “Construcción del tejido social con perspectiva de derechos humanos, género e inclusión”, la legisladora de Morena subrayó que “se trata de que todas, todos y todes los que vivimos en este país tengamos garantizados nuestros derechos humanos”.
Recordó que lleva casi 60 años como militante de las filas del feminismo, movimiento que ha logrado “romper barreras y techos de cristal”, así como restablecer condiciones en diversos espacios para no vencerse ante las “escaleras rotas”, por lo que pidió no bajar la guardia, pues el retroceso está al acecho.
Sin duda, enfatizó la legisladora, tanto el feminismo como los movimientos de diversidad sexogenérica representan luchas que se han acompañado mutuamente en distintos momentos; sin embargo, asentó que en muchas áreas no han encontrado la confluencia que les dé mayor fortaleza ante las resistencias de la cultura heteropatriarcal.
Agregó que existen tres retos que exigen el trabajo coordinado de organizaciones y colectivas de ambos ámbitos de la lucha social: la violencia feminicida; la reacción del patriarcado respaldado por el conservadurismo que busca revertir los avances logrados; y la necesidad de estructurar una agenda que de rumbo a todos sus esfuerzos.
Por ello, afirmó que es necesario emprender un diálogo que dé claridad a las confluencias de ambas luchas y las prioridades que las deben unir, es decir, una agenda que trascienda cualquier color partidista, que supere las ambiciones de liderazgos individuales y que se perfile incluyente por la fortaleza de sus propuestas.
“Espero que empecemos a hilvanar los esfuerzos de quienes ya llevan camino andado en esta intención y quienes desean emprender nuevos esfuerzos en torno a estas prioridades”, agregó Sánchez Cordero.
La diputada Amalia García Medina reconoció que el llamado “Estado de bienestar”, que se supone garantizaría derechos, ahora se considera una visión estrecha, porque no ha cerrado las brechas de desigualdad, como las sociales y las de género.
Señaló que la comunidad LGBTTTIQ+ y el movimiento feminista han puesto en el centro del debate que tenemos que transformar nuestras sociedades y aceptar que hemos vivido una discriminación y una diferencia que tiene su origen en la “concepción patriarcal”.
El patriarcado ha subordinado, discriminado, marginado y excluido a la mayor parte de la sociedad. Entonces no basta la concepción de clase, tenemos que entrar a concebir un Estado de bienestar cuidador, en el que el Estado, las familias y el sector privado ayuden a reconstruir a la sociedad para que cambie la visión patriarcal que garantice otra forma de vivir.
La secretaria y tesorera en Agencia Nacional Política Trans de México, Lola Dejavú Delgadillo Vargas, aseguró que se deben visibilizar a todas las personas que forman parte de esta comunidad, que nunca han sido reconocidas, pero sí víctimas del escarnio social.
Detalló que más de 70 por ciento de esa población percibe que puede ser discriminada en cualquier momento, por lo que pidió a los y las legisladoras que antes de hacer cambios legales dirigidas a esta comunidad, primero los escuchen para que tomen en cuenta sus propuestas y necesidades, a fin de que se pueda alcanzar la inclusión plena en las leyes.
Óscar Medina Valdivia, presidente de la Red de Acción Ciudadana México Diverso, sostuvo que la lucha debe ser por todas aquellas personas que sufren alguna brecha de desigualdad, las cuales son la mayoría de las y los mexicanos, debido a la falta de atención del ciudadano a respetar las diferencias sociales.
Asimismo, dijo que debemos comenzar a trasmitir el mensaje de que todos nos preocupemos de la integración, en igualdad, de los diversos sectores, sin marcar una diferencia. “Lo único que tenemos en común y por lo que somos iguales, es porque todos somos diferentes; si aprendemos a respetarnos, aprenderemos a crear o reconstruir el tejido social”.
La coordinadora de “Caminemos Juntas”, Lucero Rivera, coincidió en la importancia de eliminar la cultura machista y de patriarcado en la sociedad mexicana, porque esto genera desigualdad entre hombres y mujeres, y no permite que se alcance a plenitud la igualdad sustantiva.
La diputada Salma Luévano Luna, presidenta de la Comisión de la Diversidad de la Cámara de Diputados, se pronunció porque las luchadoras sociales que toman las calles no claudiquen y no se queden en la protesta social, sino que sean visibles y desde los puestos de toma de decisiones influyan para fomentar la inclusión y el respeto en la sociedad mexicana.
Foto: Senado