La Secretaría de Salud (Ssa) trasladó a los estados una mayor responsabilidad tanto en la atención de la pandemia de Covid-19 como en la instrumentación de medidas de mitigación y el registro de información oportuna sobre la misma.
En un acuerdo publicado en el Diario Oficial de la Federación, especificó que los gobiernos estatales deberán mantener actualizado el reporte diario de ocupación, disponibilidad y atención por Infección Respiratoria Aguda Grave (IRAG), y cualquier otro que la Ssa considere necesario.
También les corresponde instrumentar las medidas de prevención y control pertinentes, atendiendo a los criterios generales emitidos por la Secretaría y de acuerdo con la magnitud de la epidemia.
En su calidad de autoridades sanitarias, además deberán establecer y ejecutar mecanismos conducentes a la reducción de la movilidad de los habitantes entre municipios con distinto grado de propagación, de acuerdo con los criterios que establezca la Ssa.
«Las dependencias de la Administración Pública Federal podrán coadyuvar con los gobiernos estatales para la consecución de este fin», agrega el acuerdo publicado en la edición vespertina del DOF.
«Garantizar, en el ámbito de su competencia, la implementación adecuada y oportuna de estas medidas, e informar a la Secretaría de Salud Federal sobre su seguimiento, con la periodicidad que la propia Secretaría establezca».
Además, enfatiza que corresponde a los estados ejecutar y supervisar los planes de reconversión y expansión hospitalaria para garantizar la atención adecuada y oportuna de la salud de la población, tanto para Covid-19 como para cualquier otra necesidad de atención.
En paralelo, la Ssa realizará las adecuaciones que considere necesarias al sistema de vigilancia epidemiológica y otros sistemas de información, para lograr una vigilancia especial de los pacientes que se encuentren graves y críticos a causa del Covid-19.
«Así como de la demanda y disponibilidad de servicios hospitalarios en el segundo y tercer nivel de atención médica», menciona.
El acuerdo oficializa la suspensión inmediata de actividades no esenciales del 30 de marzo al 30 de mayo de 2020, con la finalidad de mitigar la dispersión y transmisión del virus, así como disminuir la carga de enfermedad, sus complicaciones y muertes.
Como se anunció hace unos días, en el caso de aquellos municipios que presenten baja o nula transmisión del virus SARS-CoV2, esta suspensión dejará de implementarse a partir del 18 de mayo.
Con información de Reforma