El uso de Internet y redes sociales incrementó 18% la depresión y 15% los trastornos de ansiedad en tan sólo 10 años a nivel mundial; mientras que en México, la depresión ocupa el primer lugar como factor discapacitante para mujeres y el noveno para hombres.
Hace 25 años no existía la depresión como diagnóstico en niños y adolescentes, no obstante, señaló el neuropsiquiatra David Szydlo en una publicación del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), el uso de redes sociales los ha hecho sumamente vulnerables.
La sensación de no pertenecer a grupos y de no ser parte de lo que ocurre en su medio social, detalló, son características que hacen que tenga procesos depresivos y de ansiedad, dos enfermedades que aparecen frecuentemente juntas, aunado a la falta de valores y al acoso escolar conocido como «bullying».
Mediante la Revista ISSSTE, el especialista explicó que los síntomas de dicho padecimiento se caracterizan por la presencia de tristeza, pérdida de interés, de cansancio y falta de concentración que, de no tratarse, puede volverse crónico, recurrente y como secuencia conducir al suicidio.
«Al día de hoy, el primer sitio lo ocupan las redes sociales, Internet, amigos, televisión (streaming, series), la escuela y los familiares, con lo cual se ha visto que los padres perdieron cinco lugares en área de influencia antes sus hijos», mencionó el neuropsiquiatra.
Además, el también jefe de psiquiatría del Hospital ABC estimó que 60% de las personas que buscan ayuda con un especialista lo hacen por problemas de ansiedad con condiciones asociadas al uso del alcohol, estupefacientes y automedicación que desencadenan depresión y desarrollan un problema patológico que impide que la persona funcione como debería.