La basílica de San Marcos de Venecia sufrió daños incalculables a causa de las inundaciones provocadas por el mal tiempo registrado en las últimas 48 horas en Italia, mientras el número de muertos en todo el país aumentó a 12, confirmaron hoy autoridades locales.
El primer procurador de San Marcos, Carlo Alberto Tesserin, dijo a los medios que en un sólo día el templo veneciano envejeció por lo menos 20 años.
En particular, explicó que el nivel del agua llegó a hasta los 90 centímetros de altura, afectando el piso del Nartece (el espacio entre la nave y la fachada principal de la iglesia).
Además, resultaron inundados decenas de metros cuadrados del piso milenario de mosaicos de mármol frente al altar de la Virgen de Nicopeia, mientras el Baptisterio y la Capilla Zen quedaron completamente sumergidos.
Tesserin dijo que los daños son incalculables y que se intentará hacer una estimación una vez que el nivel del agua haya descendido.
La actual basílica de San Marcos fue construida en el año 1063 sobre los restos de otros dos templos precedentes usados para depositar las reliquias del santo.
Las inundaciones de las últimas horas, sin embargo, también afectaron otros monumentos venecianos, como el palacio Zaguri, del siglo XIV, donde tiene lugar la muestra “De Kandisky a Botero”.
El agua dañó dos tapices del artista catalán Joan Miró, con un valor estimado en un millón de euros (un millón 137 mil dólares) y que fueron rescatados por un grupo de personas que acudió al lugar a prestar ayuda, explicó el dueño del inmueble, Mauro Rigoni.
Los organizadores de la muestra confirmaron que los tapices fueron enviados con urgencia a la tapicería Scassa de la ciudad de Asti, especialista en la restauración.
Mientras, el número de víctimas por el mal tiempo subió esta tarde a 12, luego que fueran encontrados los cuerpos de algunos desaparecidos, mientras las autoridades no excluyeron que el balance pueda empeorar.
Uno de los puertos más afectados fue el de Rapallo, en la norteña región de Liguria, donde decenas de embarcaciones fueron destruidas por marejadas de más de cuatro metros de altura, entre ellas el yate de cinco millones de euros (unos 5.6 millones de dóalres) de Pier Silvio Berlusconi, hijo del ex primer ministro Silvio Berlusconi y vicepresidente de la televisora Mediaset.
Según los medios, Berlusconi Jr, su esposa y sus dos hijos estaban incomunicados en el castillo Bonomi-Bolchini de la vecina localidad de Portofino.