Nueva York, 24 May (Excélsior).- El #MeToo avanza en el mundo de la gastronomía: las nuevas acusaciones de agresiones sexuales divulgadas contra el famoso chef Mario Batali han puesto los focos sobre el abuso en las cocinas de los grandes restaurantes.
La policía de Nueva York confirmó que había abierto una investigación sobre las acusaciones difundidas el domingo en el programa 60 minutos de CBS contra Batali, una celebridad estadunidense cuya cocina encarna la gastronomía italiana tradicional convertida en imaginativa y moderna.
Según el testimonio anónimo de una empleada de uno de sus 26 restaurantes, Batali la habría violado en 2005 en The Spotted Pig, un restaurante de Greenwich Village frecuentado por famosos, administrado por un amigo suyo y en el que él había invertido.
La mujer contó que el chef la habría drogado y abusado de ella estando inconsciente. Dijo que cuando volvió en sí, tenía esperma en su ropa. Fue al hospital, luego se comunicó con la policía, pero finalmente renunció a presentar una denuncia, y la prueba de violación no quedó guardada. Otra empleada, Jamie Seet, aseguró haber presenciado un incidente similar en 2008 a través de las cámaras de vigilancia del restaurante. Contó que varios empleados intervinieron para detener el abuso.
El prestigioso chef de 57 años ya había sido acusado en diciembre de acoso y de tocamientos. Los señalamientos lo llevaron a publicar una disculpa por sus “numerosos errores”, a colocarse al margen de su emporio gastronómico y a dejar el programa de televisión The Chew, del que era una de las estrellas, pero las nuevas acusaciones, que él desmintió a CBS, son más graves.
La sociedad que él cofundó, B&B Hospitality, las calificó de “escalofriantes y muy preocupantes” y anunció que negocia con él su salida del capital y que esperaba alcanzar un acuerdo definitivo para el 1 de julio.