La Universidad de las Américas Puebla (UDLAP) organizó una mesa de análisis donde se discutió lo hecho, el legado dejado y el futuro provisorio del Reino Unido, tras el fallecimiento de la reina Isabel II; por lo cual, para los expertos participantes probablemente repercutirá pronto en diferentes instancias de la Unión Europea y Estados Unidos.
Como preámbulo del evento, Rina Mussali Galante, analista internacional y conductora de televisión, hizo un recuento de los sucesos en geopolítica global, de reconfiguraciones del orden en diferentes dimensiones, de los eventos bélicos durante sus siete décadas de reinado, además de cómo cruzó la línea de la revolución tecnológica y se fue adaptando al nuevo mundo. De la reina Isabel II dijo que “no solamente fue una mujer que traspasó fronteras, nacionalidades, ideologías o religiones, sino que de alguna manera deja un marcaje muy importante”.
Mónica Laborda Sánchez, consultora internacional académica y especialista en Europa, coincidió con Mussali al argumentar que Isabel II fue una mujer contemporánea, quien supo adaptarse a cada una de las etapas vividas durante su existencia, desde asumir el reinado de un país en condiciones muy diferentes a las actuales, hasta convertirse en un ejemplo de liderazgo político por todos los cambios sorteados, como el Brexit. “El legado que deja es muy grande, logró impactar en el lema de la disciplina ‘Vivir para servir’, ser mucho más allá de su propia persona, ese compromiso y esa seriedad la corona”.
Por su parte, Luis Antonio Huacuja Acevedo, secretario técnico de la Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara de Diputados, habló sobre el futuro a enfrentar por el nuevo rey, no solo en el ámbito político o social sino en temas de imagen, pues el 85% de los británicos sólo conocen a una monarca y eso tiene un efecto de identificación emocional, así “una vez que ella está ausente, vamos a ver de qué manera se identifican ya no sólo los ciudadanos, también estos países (de la comunidad de naciones) de la Gran Bretaña”.
Para Juan Carlos Gachuz, catedrático del Departamento de Relaciones Internacionales y Ciencia Política de la UDLAP, una preocupación es la relación entre Gran Bretaña y Estados Unidos, pues el país americano ha servido como elemento de apoyo a nivel político y económico del europeo, si bien en la actualidad parece hay una recuperación paulatina, lo hecho a partir de ahora será crucial. “Creo que se vislumbra positivismo, es decir podemos ser optimistas sobre lo que vendrá en el futuro con respecto a los años que se vivieron en la administración Trump”, expresó.
Finalmente, los especialistas coincidieron al decir que vendrán turbulencias para el Reino Unido; por ejemplo los cambios para Escocia, las decisiones de la primera ministra de Irlanda del Norte, la factura acontecida por el Brexit, lo cual otorgará una crisis y el descontento del pueblo puede crecer; incluso habrá un escenario complejo en lo monetario derivado de los cambios en la imagen en los billetes. Por lo tanto, el rey Carlos III tendrá en sus manos la labor de cohesión, de dar tranquilidad y unidad al Reino Unido como imperio.