Los votantes italianos dieron un marcado vuelco, recompensando a un partido con raíces neofascistas y reforzando la posibilidad de que el país pueda tener su primer gobierno de extrema derecha desde la Segunda Guerra Mundial, según los resultados preliminares de la elección parlamentaria dados a conocer el lunes.
En su discurso triunfal, la derechista Giorgia Meloni mantuvo un tono moderado después de que los resultados preliminares de los comicios nacionales el domingo mostraron que su partido Hermanos de Italia iba al frente entre los contendientes.
“Si se nos llama a gobernar esta nación, lo haremos para todos, lo haremos para todos los italianos, y lo haremos con el objetivo de unir a la gente (de este país)”, dijo Meloni, en declaraciones desde las oficinas del partido en Roma.
“Italia nos eligió”, añadió. “No traicionaremos (al país), como nunca lo hemos hecho”.
Luego de que los sondeos a boca de urna efectuados durante las votaciones del domingo indicaron que ella era la probable ganadora, Meloni ha suavizado su mensaje de extrema derecha en un aparente intento de tranquilizar a la Unión Europea y otros aliados internacionales.
“Es el momento de ser responsables”, declaró en una presentación en vivo por televisión, en la que describió que la situación de Italia y la Unión Europea es “particularmente compleja”.
Conformar una coalición gobernante con la ayuda de aliados derechistas del partido podría tomar varias semanas. Si Meloni, de 45 años, tiene éxito en ello, se convertiría en la primera mujer en gobernar al país. Se requiere que el presidente de Italia emita una orden para intentar conformar un gobierno.
Agradeció a sus principales aliados de campaña y a los probables socios esenciales en la conformación de un gobierno: Matteo Salvini, líder de la Liga —un partido opuesto a la inmigración_, y el ex primer ministro Silvio Berlusconi, de tendencia conservadora. Salvini, quien aspiraba a convertirse en primer ministro, aparentemente se enfilaba a una aplastante derrota en los comicios.
Las proyecciones basadas en los votos contabilizados en casi dos terceras partes de los centros de votación indicaban que el partido de Meloni obtendría alrededor del 25,7% de los sufragios.
Su perseguidor más cercano, el Partido Democrático del expremier Enrico Letta, obtendría cerca del 19,3%. La Liga de Salvini rondaría el 8,6% de los votos, prácticamente la mitad de los que obtuvo en las elecciones de 2018.
Las proyecciones en la televisora estatal italiana tienen un margen de error de 2,5 puntos porcentuales.
La sólida actuación de Meloni alentó a sus aliados en el continente, que están determinados a inclinar las políticas de la Unión Europea hacia la derecha.
Otros políticos recelosos de la Unión Europea fueron algunos de los primeros en celebrar: el primer ministro polaco Mateusz Morawiecki felicitó a Meloni vía Twitter, y el partido de la política francesa Marine Le Pen también elogió el resultado, considerándolo una “lección de humildad” para la UE.
Santiago Abascal, líder del partido derechista español Vox, celebró la ventaja de Meloni, tuiteando que “millones de europeos tienen sus esperanzas puestas en Italia”. Meloni “ha mostrado el camino para una Europa orgullosa, libre y de naciones soberanas, capaces de cooperar para la seguridad y la prosperidad de todos”.
El ascenso meteórico de Meloni en la tercera mayor economía de la Unión Europea ocurre en un momento crucial en el que buena parte del continente atraviesa dificultades debido al elevado precio de la energía, una consecuencia de la guerra en Ucrania, y en el que la determinación de Occidente de mantener un frente unido ante la agresión rusa está siendo puesta a prueba.
Fuente: AP