El presidente de la BBC, Richard Sharp, renunció el viernes luego de que un informe descubrió que no reveló un posible conflicto de intereses por su implicación en la concesión de un préstamo a Boris Johnson hace más de años, mientras los escándalos del turbulento mandato del ex primer ministro siguen sacudiendo la vida pública en Gran Bretaña.
La radiotelevisión británica, que se financia con dinero público, ha estado bajo presión tras la revelación de que Sharp ayudó a concertar una línea de crédito semanas antes de ser elegido para el cargo a recomendación del gobierno.
El préstamo de 800.000 libras (1 millón de dólares) procedía del adinerado empresario canadiense Sam Blyth, que es primo lejano de Johnson. Fue facilitado por Sharp, exbanquero en Goldman Sachs y donante del Partido Conservador, quien organizó una reunión entre Blyth y el primer ministro para discutir la oferta de ayuda financiera del empresario.
En aquel momento, Johnson era también el líder del Partido Conservador.
Un reporte sobre el incidente elaborado por el abogado Adam Heppinstall, publicado el viernes, concluyó que Sharp “no reveló lo que podrían percibirse como posibles conflictos de interés”.
De acuerdo con el informe, Sharp no mencionó su papel en la operación crediticia al comité de nombramientos del ente público antes de ser elegido presidente a principios de 2021.
“Existe el riesgo de que se perciba que el sr. Sharp fue recomendado para su nombramiento porque ayudó (…) al ex primer ministro en un asunto financiero privado”, escribió Heppinstall en su reporte.
“Es muy posible que haya habido un riesgo de percepción de que el sr. Sharp no sería independiente del ex primer ministro en caso de ser nombrado”, agregó.
Sharp dijo que seguirá en el puesto hasta finales de junio, mientras la entidad pública busca a su sucesor. Además, apuntó que cometió una infracción “involuntaria” de las normas y que dejaba el cargo para “priorizar los intereses de la BBC”.
“Creo que este asunto podría distraer la atención del buen trabajo de la corporación si siguiera en mi puesto hasta el final de mi mandato”, añadió.
Sharp es el último de una serie de políticos y funcionarios caídos en desgracia por su relación con Johnson, un político carismático y caótico que asumió como primer ministro en 2019 y dirigió el país en su salida de la Unión Europea un año más tarde.
El propio Johnson se vio obligado a renunciar el año pasado tras los escándalos económicos y éticos que colmaron la paciencia de sus colegas en el Partido Conservador.
Durante su mandato, sus gestiones financieras provocaron investigaciones acerca de la financiación de las reformas en la residencia oficial y de sus vacaciones en la isla caribeña de Mustique.
Johnson fue además una de las docenas de personas multadas por la policía el año pasado por asistir a fiestas ilegales en edificios gubernamentales durante la cuarentena contra la covid-19. Ese escándalo, bautizado como “partygate”, ayudó a acelerar el final de su mandato.
Fuente: AP