Los Ángeles, 6 Feb (Quién).- Jeremy Renner , reconocido por interpretar al superhéroe Ojo de Halcón en las películas de la factoría Marvel, estuvo a punto de perder la vida el día de Año Nuevo de 2023.
El actor manejaba una máquina quitanieves en las inmediaciones de su casa de Reno, Nevada, pero perdió el control del vehículo y éste acabó aplastándolo. El dramático accidente ha supuesto un cambio drástico para él, pero lejos de temerle a la muerte, aseguró que le «entusiasma» la perspectiva de tener que lidiar con esa circunstancia cuando llegue su momento. «Antes de eso, nunca tuve demasiado miedo a la muerte. Ahora sí que no me asusta, estoy doblemente concienciado. Sí, desde luego no me asusta. Ahora hasta me entusiasma pensar en ello. Para serte sincero, no deja de ser parte de la vida», declaró en el programa de radio del presentador James Corden , en la emisora Sirius XM. Para Renner , los seres humanos, así como sus preocupaciones e inquietudes, son insignificantes en «el gran esquema de las cosas», en un universo que no llorará su ausencia. «Esta roca en la que estamos y que no para de girar, este cuerpo, este lenguaje que usamos y todos nuestros sentimientos y emociones y conflictos. Nada de eso vale nada en el gran esquema de las cosas», reflexionó con serenidad.
El quitanieves que despejaba la nieve acumulada en su casa, le aplastó con la fuerza de 7 mil kilos, lo que desembocó en la fractura de 30 huesos. En consecuencia, el actor permaneció varios días en estado crítico y, una vez superado ese momento decisivo, tuvo que someterse a un largo y tedioso proceso de rehabilitación. En la entrevista con Corden, Jeremy Renner recordó que ocho de sus costillas se quebraron en 14 partes. El fuerte golpe también rompió su mandíbula, sus dos tobillos, la rodilla y el hombro derechos, así como la tibia y el peroné de su pierna izquierda, por lo que, al día de hoy, su cuerpo está compuesto por un «20 por ciento de titanio». «La recuperación es una carretera de un solo sentido. No iba a volver de la muerte, lo que, por cierto, habría sido glorioso», reza otra de las llamativas declaraciones sobre su resignación ante lo inevitable. «No sé si fue porque estaba recuperando la consciencia o al revés, si me estaba desvaneciendo después de la parada cardíaca. Pero todo fue… La vida se sentía genial, toda la vida se volvió mejor. No había noción del tiempo y el espacio, sólo conocía la paz», comentó.