Guadalajara, 7 Jun (Quién).- “No me atreví a dirigir La Caída, porque era mucho lo que yo estaba viviendo como persona”, dice Karla Souza sobre su reciente película en la que aborda el tema del abuso estructural en el deporte mexicano en espejo con su historia. Durante su participación en el panel “Nosotras en el cine” del Festival Internacional de Cine en Guadalajara, la actriz confesó sus intenciones de incursionar en la dirección. Souza estuvo en el encuentro cinematográfico como embajadora de la plataforma Toast for a Cause de Moët & Chandon , una incubadora de guiones de largometraje de ficción que, por segundo año consecutivo, selecciona tres proyectos con potencial para conseguir financiamiento.

Karla Souza quiere ser directora Como parte de sus actividades, Karla Souza se sumó a la productora Mónica Lozano, la directora y guionista Catalina Aguilar Mastretta , así como a la actriz y guionista María Renée Prudencio para dialogar sobre la participación, los retos y las perspectivas de las mujeres en la industria. “Estoy coqueteando con varías historias y proyectos, pero necesito uno que tenga la urgencia de contar así como hice con la caída. Entonces, estoy dejando que se cocine”, explica la actriz de How to Get Away with Murder sobre el proyecto que desea dirigir. Su compañera de panel, Catalina Aguilar Mastretta ya le había anticipado que debería ocupar la silla de directora “Tienes la capacidad que tienen los actores de ver toda la película completa, no nada más su personaje. Eso es básicamente dirigir, tampoco tiene muchísima ciencia” comentó en medio de las risas de los asistentes. Souza, quien con La Caída regresó a México tras mantenerse cinco años alejada de la escena nacional luego de ser atacada y desacreditada por hablar públicamente en una entrevista con la periodista Carmen Aristegui sobre su experiencia de abuso con un director, asegura que considero la actuación como profesión ya que era eso lo que se ve en la pantalla y la posibilidad de la dirección no estaba en el radar. “Me importa tanto que visibilicemos los otros roles en el cine para que entendamos que sí existe espacio para todas y todes” declaró en este panel en el que justamente se debatió sobre la apertura de historias, narrativas y participación decidida de las mujeres en el cine.

La mirada femenina en el cine durante ‘Nosotras en el cine’ Durante el panel de FICG y Moët & Chandon ‘Nosotras en el cine’ surgió el concepto de “la mirada femenina en el cine”, este fue moderado por la profesora Mara López . Durante su participación Catalina Angeles Mastretta , planteó el camino que queda por delante para que las historias tradicionalmente asignadas a las mujeres se sientan con la misma relevancia que aquellas que son “tradicionalmente para los hombres”. “La primera mujer en ganar un Oscar ( Kathryn Bigelow por The Hurt Locker en 2009) fue por una película de guerra y hay muchísimo más respeto por las comedias románticas que dirigen hombres. Hay esta sensación de que los temas femeninos son menos relevantes, menos importantes. Es una batalla que se vuelve muy cansada porque muchos hombres a tu alrededor no la enfrentan”. “Si hablamos de cine femenino, empezamos mal”, aseguró contundente María Renée Prudencio . Desde su perspectiva esta perspectiva empobrece el discurso. Desde su perspectiva, se trata de un adjetivo que tiene una carga simbólica asociada a lo delicado, lo íntimo e, incluso, a lo melodramático; al mismo tiempo que la experiencia de las mujeres también está atravesada por aspectos como el estrato socioeconómico o la raza. “ Hay que desechar esas hegemonías para comenzar. Sí hay miradas que cuestionan la mirada masculina que ha dominado, pero hablar de una mirada de mujeres empobrece los discursos que traemos a la mesa porque no somos un ente monolítico”. Por su parte, Mónica Lozano aseguró que desde su rol como productora le generan conflicto sentencias como “esto sólo lo puede contar una mujer” o “esto sólo lo puede contar un hombre”. “La dimensión humana, seas hombre o mujer, la pueden contar escritoras, directores talentosísimos independientemente de su género”. Finalmente, Karla Souza refirió que este no es sólo un tema presente en el cine. “En el mundo es invisible la mujer”, cuenta sobre cómo muchos artículos de la vida cotidiana han sido diseñados por hombres sin considerar las necesidades de las mujeres que, cuando llegan al trabajo igualitario, continúan ocupándose de las tareas domésticas y de cuidado que implican trabajo emocional, mental y físico no remunerado. Y en la industria en concreto, evidenció que no se piensa en las mujeres como productoras, no hay espacios para lactar en los sets y no se tienen consideraciones sobre los espacios que se necesitan por ser mujeres: “el sistema no está planeado para nosotras.”