Ciudad de México, 30 Abr (Excélsior).- Entusiasmada porque México ha experimentado un cambio hacia la democracia, Kate del Castillo pidió a los mexicanos cuidarse de la violencia que se vive en el país, pero también seguir adelante y no dejar de denunciar y exigir que los gobernantes asuman sus obligaciones.
La actriz dijo que como ciudadanos “debemos cuestionar al gobierno, y lo debimos haber hecho desde siempre, porque esas personas, esos funcionarios públicos, trabajan para nosotros no al revés”.
Aunque confía en que la situación en México cambie para el bien de la sociedad, Kate afirmó que hay que trabajar en conjunto, desde las distintas trincheras y no pensar que el cambio será de un día para otro.
Hay que seguir trabajando. Decir que ya porque agarraron a ‘El Chapo’ ya se va a terminar el tráfico de drogas o se van a acabar las drogas, es algo absurdo».
Nuestros problemas vienen de décadas atrás, de años de corrupción, donde México ha sido golpeado por los funcionarios, por la gente que supuestamente nos dirige, así que hay que seguir luchando y no creernos todo, sino informarnos, investigar y tomar partido hacia donde creamos que tiene que ser”, señaló la también empresaria.
Por haber sido crítica del gobierno priísta que encabezó Enrique Peña Nieto y mantener comunicación con el narcotraficante Joaquín “El Chapo” Guzmán, Kate del Castillo fue víctima de persecución mediática y acusada sin fundamentos, de realizar operaciones de procedencia ilícita y lavado de dinero.
Para efectos legales en 2016 se giró una orden de localización y presentación para la actriz, la cual quedó sin efectos debido al amparo que consiguieron sus abogados.
Mi caso ya está cerrado desde hace tiempo. Ahora lo que sigue es que se resuelva la queja que puse ante la Organización de los Estados Americanos (OEA), en Washington, y la demanda que tengo contra la Procuraduría General de la República (PGR) del gobierno de Peña Nieto.
Lo que a mí me importa, más allá de la compensación económica, que no es que no me importe, o la disculpa pública del Estado hacia mi persona, es que exista un precedente”, agregó con aplomo.
Desde Los Ángeles, la actriz reconoció que este camino ya lo abrió la periodista Lydia Cacho, “quien se tuvo que esperar ocho años para que sucediera eso y está bien, pero la cosa es no quedarnos callados (…) hay que tener antecedentes y que el mundo entero sepa de la corrupción que existe en México”.
Hay que denunciar absolutamente todo y como lo dije en mi documental (Cuando conocí al Chapo), realmente lo único que me protege a mí es la cámara”, agregó la también protagonista de la serie La ingobernable.
Aunque en 2016 revelara su temor al gobierno mexicano, tras aclarar que las acusaciones en su contra eran falsas y que se trataba de una persecución política, recientemente, Kate viajó a México para dar una conferencia de prensa y para filmar algunas escenas de la cinta Bad boys for life.
Luego de los momentos de tensión vividos y de su exilio en el extranjero, la actriz se dijo feliz de regresar a México y compartió:
Estuve solo un día de filmación y la pasé muy bien, es increíble llegar y tener tanto amor, ver cómo me reciben, eso me hace sentir muy, muy bien”.
Al preguntarle si su personaje pondrá en aprietos al de Will Smith en Bad boys for life, entre risas respondió que desgraciadamente no podía hablar de eso.
Lo que sea que la prensa sepa pues ya está ahí, pero no puedo hablar, porque no me dan chance hasta más adelante. Será un personaje importante que le va a gustar mucho a los espectadores”, compartió.
A decir de quien da vida a «Teresa Mendoza» en la serie La reina del sur, su personaje en esta película es muy importante.
Estoy contenta con el trabajo, ha sido muy divertido, aprendí mucho como en todas las películas gringas que he hecho y esta es la primera que hago como blockbuster, así que para mí esta es una nueva experiencia”, concluyó.
Entre las producciones estadunidenses en las que ha participado Kate del Castillo destacan Los 33, de Patricia Riggen y Checco Verese; No good deed, de Sam Miller, y Without men, de Gabriela Tagliavini.