Ella es Katia Palomares, la doctora de la imagen premiada con el segundo lugar en la categoría de Retrato en el World Press Photo, imagen tomada por el fotógrafo mexicano Iván Macías. Katia, originaria de Tlaxcala y especialista en urgencias médicas, cuenta a Imagen Noticias sobre el momento en que le fue tomada la fotografía.
Era el mes de mayo, ya estaba la situación o el hospital sobresaturado de pacientes (cortar) y se comenzaron a difundir rumores de que a nosotros nos pagaban por matar a los pacientes».
Un día uno de nuestros compañeros, el doctor Héctor Rojina, nos comenta que hay un fotógrafo interesado en tomar fotografías de lo que está pasando en los hospitales»
Quería tener la sensación de que alguien nos creyera, de que la población tuviera una noción de lo que pasaba y de los que les podía pasar si seguían exponiéndose de la manera en la que se exponían».
La doctora Katia, de 31 años, fue retratada al salir del área Covid-19 en un hospital en la alcaldía de Iztacalco; era de madrugada y llevaba 6 horas portando el equipo de protección, sin poder tomar agua o ir al baño, con la piel lastimada por el uso constante de la mascarilla y los goggles.
Al World Press Photo de hecho yo escogí 10 fotografías (cortar mi voz) una historia con esas 10 fotografías, y la de katia es la última fotografía.
Para mi esa foto era como el cierre justo por lo que daba a entender, por el cansancio, por el fin de esa jornada, por cómo terminaban esa jornada esos doctores. Y yo ¿supongo que por eso también fue elegida, no? porque representaba más allá de un solo rostro».
Katia Palomares celebra la premiación internacional de su retrato, pero asegura que esa fotografía no le trae buenos recuerdos. Era uno de los momentos más difíciles de su carrera.
1,2,3, y a veces era la sensación de que entrabas sólo a contar cadáveres. Teníamos crisis de ansiedad en ocasiones, no poder dormir adecuadamente. Me iba a descansar o a dormir y seguía soñando que estaba allá adentro. O por ejemplo, los rostros de todos los que no pudiste salvar son a las personas que estabas soñando constantemente».
Hubo un paciente con el que yo platiqué un poco de cómo se sentía, cuánto llevaba ahí dentro y unas horas después se empezó a sentir muy mal, le faltaba el aire, tuvieron que intubarlo, bueno, intentar intubarlo, y en ese intento de intubación su cuerpo no resistió y falleció. Entonces eso me impactó muchísimo».
Hoy, la doctora Katia asegura que se siente más tranquila que el año pasado. La tranquilidad que le dio haber sido vacunada contra el covid 19, pero pide a la población no bajar la guardia.
Que valoren a sus familiares, que si no lo hacen por ellos de cuidarse, lo hagan por todos los que quieren. Nunca sabemos quién puede ser un portador asintomático que puede llegar y destruir una familia».
Fuente: Excelsior