Londres, 17 Jun (Quién).- Al actor Kevin Spacey se le imputan, solo en el Reino Unido, cuatro cargos de agresión sexual y otro de abusos sexuales. El último de los delitos mencionados solo se diferencia de los anteriores en que la presunta víctima, según fuentes judiciales, no fue forzada físicamente a mantener relaciones sexuales con el intérprete, aunque se habría visto involucrado sin su consentimiento en interacciones que implicaban penetración.
El astro de Hollywood fue este jueves a la Corte de Magistrados de Westminster, en Londres, para una vista preliminar en la que el artista ha preferido no declararse culpable o inocente de esas prácticas de las que se le acusa. Asimismo, el juez ha dictaminado que el estadounidense debe permanecer en libertad provisional, sin necesidad de fianza, hasta la celebración, el próximo 14 de julio, de otra sesión preparatoria en el Tribunal de la Corona de Southwark, al que se refieren aquellos casos ligados a delitos de especial gravedad y que solo pueden dirimirse con consecuencias penales de por medio. De forma más concreta, Spacey tendrá que responder ante la justicia por haber agredido dos veces a un hombre, unos hechos que habrían tenido lugar en Londres en el año 2005. De la misma forma, se le acusa de haber asaltado a otro varón, que actualmente tiene unos 30 años, en agosto de 2008 y también en la capital británica. El último de los supuestos delitos de esta naturaleza va ligado a un encuentro de abril de 2013 en Gloucestershire, y la presunta víctima es un hombre de algo más de 30 años. En lo que a la acusación de abusos se refiere, los magistrados tendrán que prestar especial atención a las circunstancias en que se produjo el suceso y en hipotéticos malentendidos entre las partes.
Que los comportamientos inapropiados y potencialmente delictivos de Kevin Spacey hayan llegado al plano judicial es fruto, entre otras cosas, del arduo trabajo de investigación realizado por la Policía Metropolitana de Londres desde el año 2017, cuando empezaron a emerger los primeros testimonios sobre el carácter supuestamente depredador del actor. Todo ello se enmarca en un movimiento global, encarnado por campañas como #MeToo y Time’s Up , que generalizó la denuncia de conductas autoritarias y sexualmente abusivas perpetradas por hombres poderosos de la industria del cine. El otrora rey midas de Hollywood, el productor Harvey Weinstein, cumple actualmente una condena de 23 años de prisión por numerosos delitos sexuales, incluida una violación, y ahora tendrá que enfrentarse a acusaciones similares también procedentes de Londres.