Este jueves 3 de junio, con una misa solemne, celebrada por los sacerdotes del Cabildo Catedralicio, la Iglesia conmemora la Solemnidad de Corpus Christi, en la que se proclama la presencia real de Jesucristo en la Eucaristía y le rinde públicamente el culto de adoración; en otras palabras, la Iglesia cree firmemente que, en el pan y en el vino, consagrados en cada misa, está verdaderamente presente Nuestro Señor Jesucristo. Esta fiesta se celebra el jueves posterior a la fiesta de la Santísima Trinidad.
En esta ocasión, los fieles dirigen su mirada hacia Jesús Sacramentado, para pedir por el eterno descanso de quienes fallecieron durante la pandemia, pero a la vez ponen su esperanza en el Señor, en que pronto podremos retomar nuestra vida con normalidad y salir adelante unidos y fortalecidos por Dios.
En la ciudad de Puebla, durante la época virreinal, la procesión del Jueves de Corpus salía de la Catedral y recorría las calles del centro de la ciudad. En el recorrido se adornaban profusamente los balcones, ventanas y fachadas, predominando el color rojo de la sangre de Cristo, y también se ponían alfombras de aserrín en las calles. La Procesión iba encabezada por el Obispo, el Cabildo Catedralicio, el Cabildo Civil, las órdenes religiosas y las diferentes hermandades y cofradías portando vistosos estandartes.
Antes de la pandemia, se había retomado la tradición de realizar la procesión por algunas calles del Centro Histórico; sin embargo, dada la situación actual, solo se realizará un breve recorrido al interior de la misma Catedral.