Ante los futuros escenarios económicos, sociales, ambientales y políticos, la BUAP está en condiciones para responder en consecuencia y contribuir al desarrollo sostenible de Puebla, México y el planeta, afirmó el vicerrector de Investigación y Estudios de Posgrado, Ygnacio Martínez Laguna, durante su intervención en Smart City Expo Latam Congress.
Al hablar de los retos de la resiliencia en las ciudades de Latinoamérica, en el Centro Expositor de Puebla, destacó que en la BUAP se plantean soluciones no solo de ciencia básica, sino de problemas cotidianos, como los que se derivan de cualquier contingencia. “La Institución está preparada para actuar ante los fenómenos naturales que afectan comunidades del estado de Puebla. Esta capacidad de adaptarse positivamente ante situaciones adversas es lo que nos hace resilientes”, expresó.
Su compañera de panel, la directora adjunta de América Latina y el Caribe de 100 Resilient Cities, Jessica Hernández, definió a la resiliencia urbana como la capacidad de las personas, comunidades, instituciones, empresas y sistemas que se encuentran dentro de una ciudad para “sobrevivir, adaptarse y crecer, independientemente de los tipos de tensiones crónicas –climas de inseguridad y violencia- e impactos agudos –sismos, erupciones volcánicas y huracanes, entre otros- que experimenten”.
De ahí, prosiguió Martínez Laguna, la necesidad de considerar la planificación, el monitoreo y el diseño de planes de respuestas ante desastres naturales, en la gestión de ciudades inteligentes, “una labor que no es ajena para la BUAP”.
En ese sentido, destacó la capacidad de respuesta de la comunidad universitaria ante el sismo del pasado 19 de septiembre, la labor de más de dos décadas de estudiantes de la Facultad de Ingeniería, quienes han formado brigadas de emergencia especializadas en comunicación, primeros auxilios, combate de incendios, búsqueda y rescate; periodo similar al de las brigadas multidisciplinarias de trabajo comunitario con las que se contribuye a mejorar las condiciones de vida de los núcleos sociales marginados del estado.
Además, refirió al trabajo del Centro Universitario para la Prevención de Desastres Regionales, mediante el cual se han establecido mecanismos de gestión con dependencias gubernamentales de los tres niveles de gobiernos, en lo que concierne a la actividad volcánica del Popocatépetl, identificación de zonas de riesgo, logística para el desalojo de pobladores en una contingencia, así como asistencia a damnificados.
Sin embargo, continuó el vicerrector, el reto como “institución generadora de conocimiento es ir más allá”: anticipar mediante una reflexión sistemática y metódica los posibles escenarios y las soluciones a sus problemas. Al respecto destacó la creación del Eco Campus Universitario, ubicado en el humedal Valsequillo, donde se impulsan laboratorios enfocados a labores científicas y tecnológicas avanzadas, cuyos ejes son el impacto social y la innovación.
“Con este campus pasamos de un modelo tradicional a uno de cooperación con los sectores social y productivo y las autoridades, para llevar a cabo proyectos corresponsables de gran impacto. Es un laboratorio viviente”, refirió.
Asimismo, enfatizó en la primera Licenciatura en Gestión de Ciudades Inteligentes y Transiciones Tecnológicas en toda Latinoamérica, cuyo objetivo es formar profesionales que generar soluciones metodológicas y proyectos de transformación “con un enfoque multidisciplinario que una universidad como la BUAP puede ofrecer”, debido a su oferta educativa que respalda su capacidad técnica y académica para el desarrollo de este tipo de programas.