El derecho a la ciudadanía, a la reunión y al voto, son aspectos exigidos por la mujer desde el siglo XVIII. En esta lucha, México tiene un lugar importante y la BUAP también al ser una institución pionera en estudios de género, afirmó la doctora Elva Rivera Gómez, académica de la Facultad de Filosofía y Letras (FFyL).
La Máxima Casa de Estudios en Puebla tiene un Centro de Estudios de Género, un espacio académico de investigación, docencia y extensión sobre los estudios de género, adscrito a la FFyL, fundado el 14 de febrero de 1995. Desde allí se han abordado diversas líneas de investigación, entre estas el estudio de las masculinidades, un enfoque poco estudiado.
En una charla para conmemorar el Día Internacional de la Mujer, consideró que en 30 años México se transformó en un país violento y en 25 estados hoy hay alerta de género. Puebla es uno de ellos, con un corredor de trata de mujeres y con una alta tasa de defunciones. En 2014, la entidad poblana reportó 54 casos de feminicidio y un año después 60, cifras que van en incremento.
Ante esta situación, la Universidad es un área estratégica para fomentar valores en los estudiantes y crear espacios de reflexión sobre una cultura de la no violencia, puntualizó la académica.
Al hacer una revisión histórica, la especialista informó que en 1979 el entonces Sindicato Único de Trabajadores de la Universidad Autónoma de Puebla (SUNTUAP) participó en marchas y congresos para exigir los derechos de las mujeres. Un año después, la Institución fue sede del primer encuentro sindicalista y se publicó el primer trabajo sobre las condiciones de las féminas en la Universidad.
En su conferencia “8 de marzo. La lucha de las mujeres por sus derechos humanos”, organizada por la Vicerrectoría de Investigación y Estudios de Posgrado, Elva Rivera citó un caso de Yucatán ocurrido a finales del siglo XIX, para dar cuenta de la efervescencia feminista: “Por su zona geográfica, muchas maestras salieron a estudiar al extranjero y trajeron consigo los ideales de la liberación. Una de las pioneras del feminismo en el país fue Emilia Galindo, secretaria particular de Venustiano Carranza”.
En 1916, dijo, México fue el segundo país –después de Argentina- en organizar un congreso feminista para reivindicar el derecho al voto, a la reunión pública, a la educación sexual y a la maternidad elegida. A pesar de esta lucha, fue hasta el 17 de octubre de 1953 cuando se emite el decreto para otorgar a las mujeres el derecho al voto.
A pesar del cambio de perspectiva histórica, en el siglo XIX se trazaron modelos de comportamiento para hombres y mujeres, códigos que siguen reproduciéndose en las familias e incluso actualmente existen desigualdades políticas entre estos géneros.