Un elemento de la agencia antidrogas estadounidense que formó parte del equipo que capturó al narcotraficante Joaquín «El Chapo» Guzmán en 2014 narró este miércoles una operación realizada junto a militares mexicanos para arrestar al capo Ismael «El Mayo» Zambada en la que se excluyó a la Policía Federal mexicana debido a su alto «nivel de corrupción».
Víctor Vázquez, un agente de la DEA nacido en México, testificó en EU que ésta fue la primera vez en la que su país se unía exclusivamente a marinos mexicanos sin informar a la Policía Federal o local de la operación, ocurrida cerca de Culiacán, en el estado de Sinaloa.
«El nivel de corrupción, simplemente, no iba a funcionar», dijo Vázquez, en referencia a la Policía mexicana.
Zambada, quien sigue libre y es considerado como un capo de alto rango en el Cártel de Sinaloa, fue el principal objetivo de captura del escuadrón en ese año, sin embargo, fracasaron y sólo pudieron arrestar a dos asociados del capo.
Vázquez explicó que la DEA y los marinos mexicanos establecieron su base en La Paz, en Baja California Sur, ya que no podían estar en Culiacán, una zona que el agente describió como «la boca del lobo».
«Eso es entrar en el área del cártel más poderoso del mundo», aseguró.
El equipo, compuesto por 100 hombres, permaneció en la base durante un mes, hasta que en febrero de 2014 viajaron en cuatro helicópteros y camionetas hasta Culiacán y entraron al rancho de Zambada por la noche.
Joaquín Guzmán, quien es enjuiciado en Nueva York luego de su extradición en 2017, se ha declarado inocente de acumular una fortuna multimillonaria a través del tráfico de toneladas de cocaína y otras drogas desde México a Estados Unidos.
De ser encontrado culpable, enfrentaría una posible sentencia a cadena perpetua. Guzmán tiene 11 cargos, que incluyen delito por tráfico de drogas, por tráfico de armas, por lavado de dinero y por participación en empresa criminal.