Pablo González Casanova es una figura emblemática de la Universidad Nacional y de las Ciencias Sociales, por la construcción institucional que realizó durante su rectorado y que, sin duda, fue promisoria al señalar los cauces por los que transitó la reforma académica de la institución en los últimos 50 años, afirmó el secretario General de la UNAM, Leonardo Lomelí Vanegas.
Al participar en la Mesa conmemorativa “La Democracia en México”, organizada por la Coordinación del Consejo Académico del Área de las Ciencias Sociales (CAACS) en honor al doctor Pablo González Casanova, con motivo del centésimo aniversario del natalicio del exrector e investigador emérito, consideró que la creación del Sistema de Universidad Abierta, es solo un ejemplo. Además de la aprobación del estatuto del personal académico durante su rectorado también sentó las bases de mayor profesionalización del trabajo del gremio.
Es una figura en el ámbito de la academia mexicana y de Iberoamérica, conocido en el mundo precisamente por la trascendencia de sus contribuciones académicas. “Sin duda, una de sus publicaciones más importantes es ‘La Democracia en México’, publicada en 1965 justo en un momento en el que el país se encontraba en el apogeo de ese sistema presidencialista, de partido hegemónico que caracterizó al México posrevolucionario”.
En el encuentro, realizado vía remota, destacó que el texto fue y sigue siendo un referente importante, si queremos estudiar la historia y evolución del sistema político mexicano.
Al hacer uso de la palabra, la coordinadora del CAACS, Leticia Cano Soriano, resaltó que González Casanova es un universitario comprometido con la justicia social y solidario con las luchas de los pueblos originarios. Fue galardonado en 2003 por la Unesco con el Premio Internacional José Martí, por su defensa incansable de la identidad de los pueblos de América Latina.
Consideró que gracias al trabajo del sociólogo universitario, “contamos con un legado invaluable que ha marcado el rumbo de las Ciencias Sociales en la UNAM y cambió la lógica de la enseñanza; es creador de instituciones, concientizador de miles de personas, visionario, crítico, hombre íntegro y honorable, tiene siempre en mente a la comunidad universitaria y a la sociedad mexicana”.
Las aportaciones del homenajeado a la Sociología y a la Ciencia Política son hoy más vigentes que nunca, y fundamentales para la formación profesional del alumnado, señaló.
En su intervención, la directora de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales (FCPyS), Carola García Calderón, comentó: este es un reconocimiento a un personaje trascendente dentro de la vida universitaria, la educación y la sociedad mexicana. Sin duda, don Pablo González Casanova es una figura que ha dejado huella en diversos ámbitos de la Universidad y del pensamiento latinoamericano.
En la teoría y en la práctica, ha impulsado la vida democrática del país, su obra muestra la coherencia entre su pensamiento y su actuación en el mundo de las ideas y de las instituciones; siempre presente en la búsqueda de una sociedad más libre, igualitaria y transparente.
García Calderón definió tres momentos de su vida académica e institucional y en las que realizó invaluables aportes: como director de la entonces Escuela Nacional de Ciencias Políticas y Sociales; la creación del Colegio de Ciencias y Humanidades y del Sistema de Universidad Abierta.
A su vez, el titular de la Dirección General de Asuntos del Personal Académico (DGAPA), Fernando Castañeda Sabido, mencionó que Pablo González Casanova ha sido un hombre con una vitalidad extraordinaria.
Consideró que “La democracia en México” es un texto sobre nuestro país y sus retos sociales. Es una visión de la nación y las Ciencias Sociales, “eso es lo que realmente González Casanova está tratando de discutir”. Muestra la tensión que buena parte de los intelectuales mexicanos han vivido con respecto a la relación entre el desarrollo histórico de la cultura externa y la nuestra; es decir, el problema de coloniaje, de reproducir y repetir de alguna manera un discurso que se diseñó en otras partes.
Para la estudiante de Sociología y Consejera Académica Alumna de la FCPyS, Carolina Gutiérrez Linares, a partir de la óptica de los estudiantes el libro es una lectura sociológica del gobierno mexicano; fue escrito en 1965 y tiene un gran peso en el ámbito de la política y en lo que ocurría en esos momentos.
A 57 años de su publicación, las luchas del pueblo han obtenido avances; sin embargo, la élites económicas y políticas de la burguesía siguen dominando, y aún es vigente la necesidad de la organización popular con una perspectiva de clase.
En tanto, el Consejero Académico y profesor de esa entidad académica, Maximiliano García Guzmán, expresó: la obra que dio nombre al homenaje a González Casanova marca un antes y un después de la forma en que se estudiaba el poder en México y que es justo la democracia. Es un texto que resultó valiente escribirlo en la década de 1960, en un sistema autoritario, poco democrático.
Es científico y una declaración política de lo que tendríamos que hacer para transformar al país. “Él dio pasos importantes que siguen marcando rumbo en términos de la construcción de la democracia nacional. Es una obra adelantada a su época, escrito en 1965, en el que hablaba ya del Estado empresario que llegó con mucha fuerza sobre todo en década de 1980”.
El valor de la obra de don Pablo González Casanova sigue siendo enorme, continúa marcando una agenda política y científica, además de una clara inspiración para numerosas obras que posteriormente se produjeron.