Al dar a conocer su documento Perspectivas económicas mundiales, el Banco Mundial estima que el crecimiento para el año que comienza será de 2.5 por ciento, aunque advierte que persisten riesgos de que la situación empeore tras la debilidad de inversiones y el comercio del año pasado. Para México calcula que el crecimiento será de 1.2 por ciento, la estimación más baja para América Latina y el Caribe.

El documento también considera que las economías avanzadas en conjunto caerán al 1.4 por ciento, mientras que los mercados emergentes y las economías en desarrollo llegará al 4.1 por ciento, aunque varios de estos países sufrirán un desaceleramiento.

El crecimiento de Estados Unidos sufrirá una desaceleración de 1.8 por ciento en 2020, mientras que en los países de la zona del euro se estima un crecimiento de 1 por ciento.

Entre los principales riesgo para la economía el Banco Mundial encuentra lo que denomina “una nueva escalada de las tensiones en las relaciones comerciales y la incertidumbre respecto de las políticas en esta área, y las conmociones financieras en los mercados emergentes y las economías en desarrollo”. Y advierte que incluso en el caso de que éstos se recuperen, “el crecimiento per cápita se mantendrá muy por debajo de los promedios de largo plazo y de los niveles necesarios para alcanzar los objetivos vinculados con el alivio de la pobreza”.

Sobre estos casos, la vicepresidenta de Crecimiento Equitativo, Finanzas e Instituciones del Grupo Banco Mundial, Ceyla Pazarbasioglu, consideró que “en vista de que el crecimiento de las economías emergentes y en desarrollo probablemente se mantendrá bajo, los responsables de formular políticas deberían aprovechar la oportunidad para encarar reformas estructurales que impulsen un crecimiento de base amplia, factor esencial para reducir la pobreza. Las medidas dirigidas a mejorar el clima para los negocios, el Estado de derecho, la gestión de la deuda y la productividad pueden contribuir a lograr un crecimiento sostenido”.

En las perspectivas económicas para la región de América Latina y el Caribe, el Banco Mundial señala que espera un crecimiento al 1.8 por ciento, “a medida que se consolide el crecimiento en las economías más grandes y se eleve la demanda interna en toda la región”.

En el caso de México, el documento resalta que “el crecimiento aumentará al 1.2 por ciento debido a que la merma en la incertidumbre normativa contribuirá a que las inversiones repunten”. Es la previsión más baja para la región de Latinoamérica y el Caribe.