Las instituciones educativas deben brindar un acompañamiento a los profesores para que tengan las herramientas necesarias para compartir un aprendizaje significativo y puedan “engancharse” con los estudiantes en esa búsqueda de promover la ciudadanía y tener la posibilidad de reconstruir el vínculo afectivo con el alumno y que permite de manera significativa, retornar de la casa a la escuela.
El tema del regreso a las clases en estos momentos de pandemia sanitaria es un eje central que se debe colocar sobre la mesa de análisis para que en conjunto con el profesorado del nivel de educación obligatoria y demás niveles, y se tomen las mejores decisiones y afrontar los retos que se avecinan.
La escuela juega un papel fundamental en la manera de cómo pensar en la recuperación de los aprendizajes escolares, ante los momentos desangelados que se están viviendo y la crisis que se experimenta en varios planos como el personal y en otros ámbitos, representan retos importantes para todos, señaló Ofelia Cruz Pineda, investigadora de la Maestría en Pedagogía de la UPAEP.
Dijo que ante el escenario que se tiene actualmente, la pandemia nos ofrece dos situaciones, verla como una posibilidad de pérdida o más bien, como una posibilidad de reconstrucción de este momento que se está viviendo y que es el que más nos interesa a todos, porque la escuela puede jugar sin duda esa posibilidad de enganchar nuevamente a la gente con el ámbito educativo en este espacio.
Cruz Pineda subrayó que son varios los desafíos que tienen que afrontar las personas, pero en particular para el profesorado, entre estos implica el trabajo imaginativo, el trabajo creativo que tiene que presentar el docente para reconocer esas diferencias que va a ubicar en el aprendizaje que los estudiantes han tenido sin duda, durante todos estos meses de confinamiento.
Asimismo dijo que otro punto importante es el intentar ante estas nuevas narrativas que se están viviendo y que son producto de la situación de aislamiento social que se tiene actualmente. Agregó, “es cierto que hay una ruptura, pero también está esa posibilidad de reconstrucción. En la idea de que hay que desmontar ese trabajo más individual que tenía el docente, por apostar y consolidar un trabajo colectivo que es la única posibilidad para desencadenar un aprendizaje significativo con los estudiantes”.
De igual forma, Ofelia Cruz advirtió que los estudiantes no tuvieron un ritmo homogéneo en ese aprendizaje, porque como ya se ha documentado de diferentes maneras, hay una marcada desigualdad social y educativa, lo cual debe ser un punto de reconocimiento del profesorado, de recocer esa diferencia en la que nos vamos a encontrar, producto de estas desigualdades”.
Por lo tanto, es importante también que la escuela brinde un acompañamiento a los profesores para que tengan las herramientas para compartir un aprendizaje significativo y engancharse con los estudiantes en esa búsqueda de promover la ciudadanía y tener la posibilidad de reconstruir el vínculo afectivo con el estudiante que permite de manera significativa, retornar de la casa a la escuela.
En su intervención, Jocelyn Mendoza González, también catedrática de la Maestría en Pedagogía de la UPAEP, habló de la preocupación que hay por el abandono de estudiantes que se está registrando en los diferentes niveles educativos y que se ha incrementado en estos momentos de pandemia sanitaria.
Dijo que de acuerdo a información aportada por el INENGI a través de la encuesta para la medición del impacto Covid-19 en la educación, publicada el 23 de marzo del 2021, comenzando por el nivel preescolar, en donde los niños con tres años cumplidos, no están dentro del preescolar, es decir, que no se inscribieron en el ciclo 2020-2021, y son aproximadamente 1 millón 572 mil infantes que están fuera de la escuela, lo que representa un 64.6% de niños que no asisten al preescolar.
Indicó que en el caso de la educación media superior y superior que también ha sido afectada por la pandemia de salud, en el caso del nivel de primaria y secundaria, ha sido menos; en el caso de la secundaria, se habla de cerca de 700 mil adolescentes fuera de este nivel; sin embargo a nivel bachillerato y superior han sido afectados de manera importante y entre las causas que han provocado esta situación están, por enfermedad, falta de dinero y la necesidad de salir a trabajar, entre otras.
Mendoza González señaló que este abandono del nivel medio superior y superior responde a que por el confinamiento provocado por la Covid-19, muchos negocios y empresas tuvieron que cerrar y parar sus actividades, y muchas familias dejaron de percibir una entrada económica, además de no contar con los medios como son los dispositivos para continuar con las clases a distancia y lo más delicado, es que los estudiantes perdieron el contacto con sus profesores desde el punto de vista afectivo que en estos momentos es importante para motivar a los alumnos.
Jocelyn Mendoza enfatizó que el contacto con el estudiante es sustancial en la trayectoria educativa de los niños y jóvenes, el estar conectados, el estar vinculados y en comunicación permanente estudiante y profesor, ayudan a dar ese sentido de pertenencia y de que forman parte del sistema educativo; y cuando se pierde ese lazo, del profesor con los estudiantes, se deja el estudiante a la deriva en sus decisiones y sobre todo en estas condiciones económicas en que se han visto en la necesidad de cambiar la escuela por salir a trabajar para ayudar a sus padres.
Dijo que de acuerdo a los datos del INEGI, son alrededor de un 36.9% de jóvenes que están fuera del sistema educativo nacional en el nivel bachillerato, con un millón 201 mil 40 jóvenes que no están recibiendo educación y queremos suponer que se encuentran trabajando y muchos de ellos, por la situación que impera por la pandemia, no tienen acceso a un empleo. Y en el nivel superior, comentó que los jóvenes tienen una edad de 19 a 24 años, se registra que un 68.5% no están inscritos en un programa académico y son cerca de 7 millones de jóvenes fuera del nivel superior en todo el país, también por falta de dinero y otros inconvenientes derivados de la pandemia del Covid-19.
Por su parte, Rodolfo Cruz Vadillo, catedrático de la Maestría en Pedagogía de la UPAEP, sentenció que urge reactivar un tipo de imaginación educativa que permita ver que el retorno a las clases presenciales, no sólo sea un cambio de espacio de la casa a la escuela. Porque esto implica una transición que atienda sobre todo, todos los aspectos por los que han pasado los estudiantes.
Cruz Vadillo reiteró que aun cuando se busca en primera instancia recuperar los aprendizajes, cuando se cuestiona cuántos años de esfuerzos educativos se han perdido con el abandono, que se habían ganado por cobertura y que en un año se perdieron por la pandemia de una manera rápida e impactante.
Asentó que en este regreso a las clases presenciales, implica una serie de acciones, programas a desarrollar, planificar y que tiene que ver con la propia complejidad del ser humano. Como es el trabajar con cada uno de los niños y jóvenes que traen una carga de emociones que se generaron durante la pandemia, puedan afiliarse nuevamente a la escuela y construir una serie de interacciones con sus pares y con los maestros y, establecer los procesos de socialización que les permitan nuevamente agarrar el rumbo de la escuela y puedan dar el siguiente paso de aprender los temas y conocimientos pendientes.
Por lo tanto, afirmó que es importante que en este regreso a las clases presenciales, será fundamental la intervención de las familias, autoridades del gobierno y grupos colegiados del profesorado para ir atendiendo los retos que también irá exigiendo este regreso paulatino a la escuela.
Foto: Es Imagen / Katia Fernández
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