En este mundo tan convulso lo que hace falta hoy es autenticidad y humildad, los seres humanos tienen que aprender a saber en dónde están, quiénes son, promover el bienestar, fomentar el acompañamiento y ser genuinos con el otro.
“Quien tiene un amigo, tiene un tesoro”. En la vida las personas se van constituyendo como seres sociales y la familia es el primer grupo de amigos, en especial con nuestros pares que pueden ser los hermanos, primos y los conocidos de los padres.
La amistad es un proceso psicológico, social y cultural, además de que se mantiene en el tiempo y en el espacio y “todas las relaciones personales entonces podríamos afirmar que merecen y requieren de un compañero, de un cómplice, de una persona que sea parecida a nosotros y que nos permita tener estas relaciones de amistad”, señaló Dulce María Pérez Torres, profesora de la Facultad de Psicología de la UPAEP.
Enfatizó que en este mundo tan convulso lo que hace falta hoy es autenticidad y humildad, los seres humanos tienen que aprender a saber en dónde están, quiénes son, promover el bienestar, fomentar el acompañamiento y ser genuinos con el otro.
Expresó que unos valores que están muy denostados últimamente en donde la humildad la toman como tontería y la autenticidad como grosería, lo cual no es cierto, los individuos deben aprender que hay personas que pueden pensar igual o pueden diferir, pero siempre con respeto hacia los demás.
Sentenció que la amistad no está de moda. La amistad está siempre, es una necesidad en la evolución humana y en el transcurso de los años, con amistad, con amor, cariño, con respeto, con solidaridad, se ha logrado la cultura que hoy se tiene. Quizá no sea la mejor, pero es una cultura que va creciendo y que va tratando de responder a las necesidades de la actualidad y nosotros como seres humanos, estamos diciendo que somos conocidos y conocedores de las relaciones humanas, de la amistad y del amor porque cada día las construimos con nuestras propias acciones.
Para algunos seremos amigos, ambas personas se consideran amigos, para otros, uno de los dos puede ser el que done más amistad y el otro es el que dirá no es su amigo y que sólo es un conocido que lo aprecia, pero hasta ahí, por eso es un proceso, proceso que tiene que ver con la madurez psicológica de las dos personas para construir redes de experiencias y atravesarse y poder decir que son amigos, refirió Pérez Torres.
Subrayó que la amistad produce placer, saber la persona que puede contar con alguien a pesar de la distancia, el tiempo y las circunstancias. La amistad es algo que se construye en el mundo social y que permite tener esos espacios de placer, de sentirse acompañados y sentir que esa persona que está junto a uno puede entendernos tanto en las buenas como en las malas.
Dulce María Pérez, señaló que la amistad es una necesidad del ser humano. Una amistad verdadera nos hace sentirnos sin peligro y tranquilos. Cuando una amistad no nos permite sentir esa sensación, seguramente puede convertirse en una amistad tóxica porque la persona quiere que esa persona que le está haciendo daño siga siendo su amigo y no permite que se tenga esa sensación de satisfacción y trascendencia.
Asimismo, comentó que la amistad con el tiempo puede convertirse en cariño y en amor. Cariño, cuando tú sabes que esta persona es incondicional tuyo y que te va a permitir seguir abonando a tu propio crecimiento y desarrollo personal. Y el amor, cuando esta amistad perdura sobre los años.