Al participar en la conmemoración del inicio de la Revolución Mexicana, la presidenta del TSJ, destacó los valores patrios y las convicciones de la familia Serdán
Recordar a los hermanos Máximo, Aquiles y Carmen Serdán es identidad y un reconocimiento a la fortaleza, la valentía y humanismo de una familia poblana liberal que alentó la transformación nacional, destacó la presidenta del Tribunal Superior de Justicia del Estado de Puebla, magistrada Margarita Gayosso, al participar en la Ceremonia Conmemorativa al CXII Aniversario del inicio de la Revolución Mexicana, que encabezó el gobernador Miguel Barbosa Huerta.
Desde la casa de los hermanos Serdán, la magistrada Margarita Gayosso subrayó que el inicio de la Revolución Mexicana es un suceso histórico que convoca a exaltar la dimensión y alcance del desarrollo de una sociedad basada en el respeto a los derechos humanos, la democracia y la igualdad, principios rectores de un estado de derecho.
Al ser la oradora principal de la ceremonia, recordó que la casa de los hermanos Serdán era el lugar donde todo estaba preparado para que Aquiles, encomendado por Francisco I. Madero, encabezara la revuelta el 20 de noviembre de 1910, sin embargo, el Plan de San Luis fue descubierto y los hermanos enfrentaron la batalla contra la dictadura, resistiendo varias horas un tiroteo y mostrando una resistencia más allá de lo esperado, que marcó los ritmos de nuevos tiempos de transformación y construcción nacional.
“Mantener vivo el cruento momento y reproducir en el imaginario la vivencia, no es demagogia, es la presencia en la memoria de un episodio histórico en el que Puebla, una vez más, dio muestra de la valentía de hombres y mujeres de férreas convicciones, forjadas desde la unión de una familia en la que los valores patrios y la búsqueda del bien común era la brújula que dirigía su camino”, señaló.
En este sentido, agregó que “mostrar al mundo este episodio histórico, del que hay constancia escrita en el Archivo del Poder Judicial, es identidad, pero también reconocimiento a la fortaleza, la valentía y humanismo de una familia poblana liberal, patriótica y tenaz, que alentó una transformación nacional ante la inestabilidad política, producto del derrumbe del régimen autoritario y las razones de descontento generalizado, cimbró la revolución triunfante del siglo XX”.
Finalmente, reiteró que no puede concebirse la existencia de nuestra sociedad sin el orden revolucionario y, pasar por alto que Carmen, su madre y la esposa de su hermano Aquiles, fueron encarceladas, que Máximo y Aquiles murieron por este México, sería imperdonable.
“Les debemos la construcción de un México de igualdad, fuerza, pasión, coraje y entrega para alcanzar el respeto y el reconocimiento de los derechos de un pueblo pobre y oprimido. Felicitémonos como poblanos por compartir la cuna de los hermanos Serdán Alatriste. A ellos, nuestra perenne gratitud por surcar y regar con su propia sangre la siembra que en áridos caminos hicieron germinar las semillas de libertad e igualdad que concede la dignidad humana”, concluyó.
Como parte de la ceremonia, a la que asistieron el presidente de la Junta de Gobierno y Coordinación Política del Congreso del Estado, Sergio Salomón Céspedes, el comandante de la XXV Zona Militar, José Martín Luna de la Luz y autoridades estatales, se realizó una guardia en honor a la familia Serdán y se colocó una ofrenda floral.