En México hace falta mucho diálogo y debate sobre la muerte, consideró Amparo Espinosa Rugarcía, presidenta de la asociación civil por el Derecho a Morir con Dignidad.

Refirió que de acuerdo con estudios que han realizado, 45 por ciento de quienes habitan en el país evitan hablar de la muerte, mientras que 23 por ciento lo hace únicamente con su pareja y menos de uno por ciento aborda el tema con su médico.

“Los mexicanos desconocen muchas alternativas que podrían tomar ante el escenario de la muerte, incluso entre los propios médicos y pacientes hay desconocimiento”, dijo la especialista en psicoanálisis.

Puntualizó que dicho desconocimiento abarca no sólo los temas de eutanasia y muerte asistida, sino muchos otros como la existencia y el alcance de los cuidados paliativos.

Espinosa Rugarcía informó que el próximo año, México será sede del congreso “Opciones y dignidad al final de la vida: un enfoque bioético”, en donde se abordarán y debatirán todas las alternativas que hay al momento de encarar la muerte para que, con conocimiento de todas las opciones y con el uso de sus facultades plenas, cada individuo decida cuál puede ser una muerte digna.

Detalló que la actividad organizada por la Federación Mundial de Sociedades por el Derecho a Morir reunirá a cientos de especialistas de distintas disciplinas y de varias partes del mundo en torno tema de la muerte.

El objetivo de que México sea la sede es “sensibilizar a quienes tienen en sus manos la posibilidad de hacer realidad el deseo de una gran mayoría de mexicanos de poder optar por una muerte digna”, refirió.

La presidenta de la asociación civil por el Derecho a Morir con Dignidad sostuvo que “México y el resto del mundo están enfrentando un nuevo paradigma respecto a la muerte: las mayores expectativas de vida, el avance de la ciencia y la conciencia de una vida más sana y plena están cambiando las circunstancias que se presentan en torno a la muerte”.

Foto: Es Imagen / Miguel Romero