Le apodan la niña más fuerte del mundo y, desde luego, se lo ha ganado a pulso. O mejor dicho, a puñetazo limpio. Evnika Saavakass es una rusa de 12 años cuyos vídeos en los que demuestra su habilidad para el boxeo se han hecho virales en las redes sociales.
La fragilidad de su cara de niña, propia de su edad, contrasta con la increíble fuerza de sus golpes. Y es que es capaz de derribar un árbol con sus propias manos, como se puede ver en uno de los vídeos más famosos de la pequeña luchadora.
Le apodan la niña más fuerte del mundo y, desde luego, se lo ha ganado a pulso. O mejor dicho, a puñetazo limpio. Evnika Saavakass es una rusa de 12 años cuyos vídeos en los que demuestra su habilidad para el boxeo se han hecho virales en las redes sociales.
Evnika Saavakass, la niña más fuerte del mundo. (Foto: YouTube / Saadvakass Family).
Evnika Saavakass, la niña más fuerte del mundo. (Foto: YouTube / Saadvakass Family).
La fragilidad de su cara de niña, propia de su edad, contrasta con la increíble fuerza de sus golpes. Y es que es capaz de derribar un árbol con sus propias manos, como se puede ver en uno de los vídeos más famosos de la pequeña luchadora.
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Su talento fue descubierto cuando tenía cuatro años por su padre, Rustram Saadvaskass, quien es entrenador profesional de boxeo. Ahora Evnika practica cinco días a la semana junto a su progenitor, a su madre, exgimnasta, y a sus siete hermanos en la ciudad de Vorónezh, donde residen.
La familia abrió hace unos años un canal de YouTube y una cuenta de Instagram donde comparten sus entrenamientos y los vídeos de la pequeña Evnika son los de más éxito. Además de partiendo árboles, también la hemos visto abollando una puerta de acero.
Evnika ya se hizo viral hace varios años con un vídeo en el que, junto a su padre, era capaz de dar 100 golpes en menos de un minuto. “Era muy atenta y trabajadora. Es una buena señal de carácter. Vi la primera chispa de lo que necesitaba desarrollar”, declaró entonces al ‘Daily Mail’ su progenitor.
En todo este tiempo ha ido perfeccionando su técnica gracias al duro entrenamiento que comparte con su familia y que habitualmente tiene lugar en el bosque utilizando cualquier cosa que se encuentre.
La pequeña parece sentirse mucho más cómoda utilizando los árboles como saco de boxeo que dentro de un gimnasio o subida al ring.
Ante las críticas que puede despertar el hecho de que una niña siga un entrenamiento tan duro, Rustram se defendió. “Estoy profundamente convencido de que el trabajo con niños debe comenzar a una edad temprana. No solo porque entienden todo a esa edad, sino porque cualquier actividad física se graba en su memoria y fisiología”, explicaba en 2015. “Más adelante mejorará su capacidad mental”.
“Me gusta el boxeo porque cuando lanzo un gancho lateral y golpeo fuerte, me gusta el sonido que hace. También me gusta cuando golpeo rápido y mis pies se unen y cuando estoy dando una combinación de golpes y voy rápido, rápido, rápido, inclinándome para el golpe”, contaba Evnika en el ‘Daily Mail’. El tiempo dirá si acaba convirtiéndose en una estrella de este deporte.
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