Puede parecer que el coronavirus haya sido un desastre para las empresas, sin embargo se debe ver como un periodo de adaptación que trajo consigo enormes retos, pues los sistemas de negocio cambiaron, la forma en cómo se trabaja puede ser más productiva estando desde casa y ha creado nuevos hábitos en las mismas para crecer, dijo Roberto Arturo García Fernández Varela, egresado de la Licenciatura en Economía de la Universidad de las Américas Puebla y vicepresidente de materiales en Poly.
Cuando egresó de la UDLAP en 1987, Roberto García se enfrentó a una difícil situación en México, por lo cual buscó una oportunidad en Estados Unidos. Después de prestar sus servicios en otra empresa, desde hace siete años ingresó a laborar en Poly, empresa de electrónica productora de equipos de comunicaciones de audio con sede en Santa Cruz, California. Su primer puesto fue el de gerente de compras, pasó a ser director, director senior y ahora vicepresidente. “Actualmente manejo un grupo de cerca de 100 personas a nivel mundial, la mayoría de ellos en Estados Unidos, México y China. Uno de nuestros logros, año tras años, ha sido el ahorro que hacemos por las negociaciones con los diferentes proveedores. Este año tenemos que ahorrar alrededor de 70 millones de dólares y es un reto”, afirmó.
Sin embargo, con la pandemia provocada por el Covid-19 ese objetivo parece difícil, pues las cadenas productivas de todas las compañías han tenido un impacto negativo y cambiante. Por ejemplo, afirmó el licenciado por la UDLAP, Poly en sus tres áreas de negocio tuvo diferentes movimientos: en telefonía de escritorio con conexión a internet se ha visto una baja; video está creciendo porque aumentó el uso de conferencias y llamadas a través de él; mientras que la venta de audífonos sin conexión por cable subieron más del 300%. “Nos esta pasando todo lo que puede pasar en una cadena productiva, que se vaya para abajo, que se quede igual o que se vaya para arriba, tengo los tres casos que son enteramente distintos”, confirmó García Fernández Varela.
Lo anterior se debe a que el Sar-Cov-2 provocó diversos cambios, que para algunas compañías resultó un desastre y para otras una oportunidad, debido a que se apegaron a ciertas estrategias que las llevaron a superar un proceso de adaptación que atraviesa el mundo de los negocios; las cuales refirió el egresado de la UDLAP: primero, mantener un flujo de efectivo, manteniendo sus líneas de crédito sanas.
“Para nosotros es muy importante estar dando vuelta al inventario para asegurarnos que no nos quedemos sin efectivo”, añadió. Como segundo punto está el seguir al mercado, siendo flexible para vender nuevos productos o servicios, y adaptarse rápidamente a los cambios venideros porque habrá muchos. Tercero, ver el negocio a largo plazo, porque hoy existe una pandemia de salud, el siguiente año o mes puede ser un desastre climático y después algo político; por lo tanto, todo el tiempo las cadenas productivas y la forma en que se trabaje deben volverse muy maleables para poder sobrevivir. Una cuarta característica, indicó Roberto Arturo García, es volverse más productivos trabajando en forma remota, es decir, que haya resultados aunque no se esté en una oficina. “Ahora más de 90% de las empresas a nivel mundial van a empezar a trabajar desde su casa, si no al 100%, en un porcentaje bastante grande”, aseveró.