Marte es conocido por ser el planeta rojo. Este color se debe al óxido de hierro que se encuentra en su superficie, pero contrario a lo que pensarías, sus atardeceres no se ven del mismo tono. Cada que el sol se pone sobre la superficie marciana, el planeta se convierte en un paisaje azulado.

Si tu estuvieras en Marte a punto de disfrutar un atardecer, te llevarías una sorpresa al ver cómo poco a poco el paisaje color rojo óxido se transforma a uno azulado con tonos grises y todo se debe a la característica polvosa de su superficie.

“Los colores son resultado del polvo muy fino en la superficie que tiene el tamaño adecuado para que la luz azul penetre mejor en la atmósfera», dijo Mark Lemmon de la Universidad Texas A&M, College Station, miembro del equipo científico de la misión del rover Curiosity.

«Cuando la luz azul se dispersa del polvo, permanece más cerca de la dirección del Sol que la luz de otros colores. El resto del cielo es de amarillo a naranja, ya que la luz amarilla y roja se dispersa por todo el cielo en lugar de ser absorbida o permanecer cerca del sol «, dijo al blog de la NASA.

Por si fuera poco, si estuvieras en Marte viendo el atardecer verías que la luz del sol es visible más tiempo que en el Tierra. Los científicos han descubierto que el crepúsculo permanece hasta dos horas antes del amanecer y de la puesta del sol.

Estudiar los atardeceres marcianos les ayuda a los científicos a determinar qué tan alto el polvo de la superficie marciana se puede elevar y permanecer, lo que también les ayuda a buscar señales de nubes.

Excelsior