Especialistas presentaron en la Ibero Puebla el informe México: Tierra y ¿Libertad? Durante el evento, activistas poblanos compartieron sus vivencias como defensores del territorio.
En 2022, el Centro Mexicano de Derecho Ambiental (CEMDA) registró 197 agresiones contra personas y comunidades defensoras del territorio en México, lo que posicionó dicho año como uno de los más violentos para el activismo. Además, más de la mitad pertenecen a una comunidad indígena.
Otras organizaciones internacionales, como la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos, Frontline Defenders y Global Withness, han denunciado en diversas ocasiones la hostilidad del territorio mexicano para las y los activistas ambientales: en América Latina se registran las tres cuartas partes de los ataques a defensores en el mundo, y la mitad de estos se concentran en México.
Este panorama impulsó a Amnistía Internacional México a realizar el informe México: Tierra y ¿Libertad? Criminalización de personas defensoras de tierra, territorio y medio ambiente, que reúne los casos de represión, hostigamiento, violencia y criminalización que han vivido diversos activistas mexicanos al intentar proteger sus territorios.
A decir de Valentina Campos Cabral, directora del Instituto de Investigaciones en Medio Ambiente Xabier Gorostiaga, SJ (IIMA) de la Ibero Puebla, “la pertinencia [de este informe] es innegable en un contexto de violencia nacional e internacional contra los defensores de la tierra y el territorio”.
A nivel estatal, esta problemática “se observa con signos de alerta. El estado se ubicó en el segundo lugar nacional por el número de asesinatos a defensores ambientales reportados por el CEMDA para el 2022”, dijo la directora. La hostilidad del territorio poblano fue narrada para el informe por quienes la han experimentado en carne propia.
Edith Olivares y Mónica Oheler, coautoras de esta investigación, agradecieron la oportunidad de visibilizar testimonios que entienden como la evidencia viva de que la protesta, el activismo y el respeto por la tierra son importantes para construir un futuro más digno y justo para todas las personas.
“Es muy importante acompañar, documentar y hacer eco de estas vulneraciones. También de los impactos que haya generado esta criminalización a nivel individual y familiar”, comentó Roberto Rosete Guzmán, integrante del Instituto de Derechos Humanos Ignacio Ellacuría, SJ (IDHIE) de la Ibero Puebla, pues estos actos separan a comunidades y marcan la vida de sus víctimas de forma significativa.
Tal es el caso de los comunicadores y defensores nahuas de la tierra y el territorio del municipio de Zacatepec, Alejandro Torres Chocolatl y Miguel López Vega, que han sido víctimas de constantes ataques, intimidaciones e incluso intentos de secuestro por defender su comunidad de megaproyectos.
En julio de 2023, Alejandro Torres fue víctima de un intento de desaparición forzada orquestado por cuatro hombres armados que lo detuvieron arbitrariamente cuando regresaba a su domicilio. Para él, cualquier acción después de ese atendado “no sana las heridas que genera el Estado hacia nosotros”.
Ya sea por su labor de defensa o por ejercer su legítimo derecho a la protesta, Miguel López ha sentido que su vida está en riesgo constantemente a causa de las muestras de represión y violencia que actores en el poder han ejercido sobre él y su comunidad.
“Eso es terror, eso es miedo; eso lo hacen para decirnos que no defendamos el medioambiente, el territorio, y nuestros derechos humanos”, denunció el activista, quien reconoce que esta intimidación viene de intereses monetarios y mercantiles que desprecian el territorio y sus habitantes.
El abogado comunitario Juan Carlos Flores Solís ha acompañado los casos de Miguel, Alejandro y de otras comunidades y activistas que han pasado por casos de criminalización y represión. Para el experto, si bien el panorama es desolador y complejo, “esta lucha es para todos, especialmente para las juventudes”.
Los tres activistas hacen un llamado a las juventudes para poder materializar el cambio por el que tanto se lucha. “En 15 años de defender el territorio, la vida y el derecho de los pueblos, lo hago en agradecimiento a lo que la vida nos da. En el caso de ustedes que llevan un conocimiento de una universidad de prestigio, deben de ser agradecidos, y hacer actos positivos dirigidos a la reconstrucción y no a la destrucción”.