El centro de atención y motivo de trabajo de la BUAP son sus estudiantes, por lo que todas las acciones emprendidas en el día a día en la institución son a favor de este sector de la comunidad universitaria
De ahí, la importancia del Centro de Apoyo Emocional y Terapia Ocupacional con Animales (CAETO), un proyecto pionero en su área que abordará un problema recurrente en los jóvenes: la salud emocional.
Dicho espacio atiende problemas de depresión, estrés, aislamiento y ansiedad, además de prevenir conductas de riesgo. De manera paralela, impulsará el respeto y cuidado de los seres vivos con los que cohabitamos.
La equinoterapia es la más conocida, pero poco se sabe de la utilidad de otros coterapeutas, como los caninos.
Un espacio multidisciplinario
Efekto 10 Noticias y Ricardo Morales realizaron un recorrido por el Centro de Apoyo Emocional y Terapia Ocupacional con Animales, el cual es un espacio multidisciplinario que involucra la participación de especialistas de las facultades de Psicología, a través del Servicio Clínico de Psicología (SECLIPSI), y de Medicina Veterinaria y Zootecnia, mediante el Hospital Veterinario para Pequeñas Especies; así como de la Dirección de Acompañamiento Universitario.
El área de Apoyo Emocional estará a cargo de Francisco Cepeda Astorga, psicólogo especialista de este nuevo espacio. También colaboran dos voluntarios para el manejo de los caninos, uno es psicólogo y el otro egresado de la Facultad de Ciencias de la Comunicación.
Héctor Moisés Álvarez Peral, coordinador de este centro, informó que en promedio se impartirán de 100 a 200 terapias mensuales, de lunes a viernes, de 9:00 a 17:00 horas. La atención será gratuita para estudiantes de preparatoria y licenciatura.
Para este fin, se contará con cinco perros entrenados para realizar sesiones de 30 minutos como máximo cuando se trate de terapias individuales y hasta de 40 minutos si son grupales.
Condiciones físicas óptimas
Este nuevo espacio ubicado en Ciudad Universitaria consta de 435.91 metros cuadrados de construcción interna y 600.87 metros de construcción externa, los cuales proporcionan un albergue digno y seguro a los perros entrenados para ofrecer terapias psicológicas a la comunidad universitaria.
El centro consta de tres módulos. El primero es un espacio cubierto que alberga la estancia para perros, con 28 perreras con asoleaderos, área de baño con dos tinas, bodega y almacén de alimento. El segundo es una bodega remodelada para oficinas, con recepción, sanitarios, consultorio de apoyo emocional, privado, así como cubículos para revisión veterinaria y zona de recuperación y para preparación de alimentos.
El último es un espacio descubierto que funciona como un circuito para ejercicios, el cual dispone de rampas, mesa, obstáculos y sube y baja. En este módulo, a un costado del Hospital Veterinario para Pequeñas Especies, igualmente con sala de espera, los estudiantes podrán interactuar con los animales.
Cada uno de los módulos tiene sistemas de videovigilancia, seguridad y detección de humo, agua y electricidad, entre otros implementos que permitirán a los usuarios sentirse cómodos y seguros.
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