El avance de la tecnología ayudó a dar con la presunta responsable de abandonar a un recién nacido en la basura hace 24 años.
Las autoridades de Seattle, WA, se las ingeniaron para tender una trampa a la que consideraban la sospechosa de haber abandonado en la basura de una gasolinera a un recién nacido encontrado sin vida en 1997, contó People.
Los detectives enviaron una invitación a Christine Warren animándola a participar en una encuesta para una empresa de bebidas. En realidad, la compañía no existía y cuando Warren regresó su respuesta al buzón postal alquilado por los detectives, el sobre contaba con suficientes trazos de ADN para poder compararlo con el del bebé.
Con eso pudieron cotejar de esta manera el ADN de la mujer con el de un coágulo de la placenta del recién nacido y encontrar que correspondían al de la madre del fallecido.
Las autoridades interrogaron a Warren el pasado 1 de marzo sobre el caso y, aseguraron, confirmó ser la persona que los detectives identificaron en las cámaras de seguridad de la gasolinera, luego de que uno de los dependientes reportara el hallazgo.
La mujer, de 50 años, fue arrestada el pasado 11 de marzo, bajo cargos de asesinato en segundo grado de un infante, que, de acuerdo al forense, nació con vida, según los documentos de corte presentados por la estación local KING-TV, y los diarios The Seattle Times y The News-Tribune.
Este lunes, Warren fue puesta en libertad tras pagar una fianza de $10,000. Deberá presentarse a un tribunal para la lectura de cargos el próximo 29 de marzo, reportó People.
De acuerdo a los documentos de corte, la mujer confesó a los investigadores que el padre de la criatura no había reaccionado positivamente al embarazo, por lo que ella guardó el secreto y no buscó ayuda médica durante los nueve meses de gestación.
Además, detalló que la noche en que nació el pequeño, se encontraba paseando en un auto cuando empezó a sentir contracciones y le pidió a su acompañante detenerse en la gasolinera Lake City Chevron, donde dio a luz.
Las cámaras de seguridad la captaron entrando a la tienda alrededor de las 11:20 de la noche, con una prenda amarrada en su cintura y abandonando el lugar alrededor de 14 minutos después. Tenía 27 años cuando sucedieron los hechos.
Dos días después del nacimiento del bebé, una dependiente de la gasolinera informó a la policía el hallazgo del cuerpo en el cubo de la basura del baño.
El médico forense descartó que el bebé, que aún tenía el cordón umbilical pegado, hubiera muerto de causas naturales y dictaminó que se trató de un homicidio, según los documentos de corte revisados por los medios locales.
Pero la búsqueda por encontrar a la sospechosa no dio frutos. En el 2018, la policía reabrió el caso utilizando ADN de la madre que se encontró en la escena del parto. Los resultados fueron publicados en GEDmatch, un sitio público de genealogía, el cual permitió identificar a varios individuos vinculados con la madre, de acuerdo a los documentos.
El nombre de Warren se agregó a esa lista en marzo del año pasado y fue entonces cuando las autoridades pudieron identificar sus características físicas con las de la mujer que apareció en las cámaras de seguridad.
S continuación enviaron la carta falsa, ofreciéndole a Warren una tarjeta de regalo a cambio de su participación en la supuesta encuesta.
Durante el interrogatorio, Warren confesó que jamás revisó los signos vitales del bebé y que pensó que había nacido muerto.
De ser encontrada culpable, la madre podría pasar de 10 a 18 años tras las rejas.
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